La obra se enmarca en el plan estratégico de la Universidad de Alcalá para proteger su patrimonio y ponerlo en valor como unión del patrimonio histórico con los edificios más actuales
El antiguo Cuartel del Príncipe, hoy Edificio Cisneros de la Universidad de Alcalá (UAH), se encuentra inmerso, desde hace unas semanas, en las obras de rehabilitación que culminarán con la dotación de nuevos espacios para distintos usos universitarios.
Los trabajos, que han sido presentados por el rector, José Vicente Saz, suponen la segunda fase del proceso de recuperación de este singular edificio y permitirán implantar, en una superficie útil de 9.000 m2, diversos usos que darán servicio al conjunto del Campus Histórico de la UAH. El recinto acogerá el Archivo de la Universidad y un centro de congresos dotado de un auditorio de 420 plazas, así como aulas de trabajo asociadas y espacios de oficina. Además, el Museo de Arte Iberoamericano ampliará su espacio para alojar exposiciones permanentes y temporales.
La intervención consiste en la rehabilitación de los espacios del antiguo Cuartel del Príncipe que se extienden entre la zona ya recuperada (CRAI) y la calle Azucena, situada al este, repartidos en cinco naves o crujías. El proyecto prevé la consolidación completa de la estructura, aprovechando el mayor número posible de elementos originales, respetando al máximo la estructura y composición militares y enfatizando, al tiempo, la potencia de su simplicidad y austeridad.
Los nuevos elementos introducidos por el proyecto, tales como las aulas y salas de trabajo, el auditorio y las escaleras, se armonizan mediante el uso de la madera como material principal.
Por otro lado, el proyecto contempla adecuar las instalaciones a los estándares actuales en materia de confort y sostenibilidad, incluyendo una renovación completa de la envolvente térmica, instalando aislamientos térmicos en fachadas y cubiertas e incorporando carpinterías y acristalamientos eficientes.
El presupuesto de adjudicación de las obras ronda los 17.400.000 euros y está previsto que los trabajos terminen a finales de 2025 o principios de 2026.
Otras actuaciones previstas en materia de infraestructuras
Las obras que ya están en marcha en el edificio Cisneros no son las únicas que desarrolla actualmente la Universidad de Alcalá.
En el caso del Campus Histórico, se prevén actuaciones de consolidación del claustro, accesibilidad de la entrada y reparaciones en cubiertas, entre otros trabajos, en el Colegio de Mínimos (Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo); la adaptación de las aulas a las nuevas necesidades docentes en el Convento de Carmen Calzado (Escuela de Arquitectura); la consolidación de la antigua cárcel de La Galera e intervenciones en la Facultad de Derecho, el Colegio de Santa Catalina o de Físicos (actual sede del Consejo de Estudiantes), el Palacio de Laredo y el Colegio de León, sede de la Escuela de Posgrado.
Por otro lado, en el Campus Científico Tecnológico, acaba de ser recepcionada la obra del Paseo de Estudiantes, que conecta el apeadero de Renfe y la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud e incorpora un carril bici y nuevas zonas de descanso y sombreadas. Además, se están consolidando las fachadas de la Escuela Politécnica Superior y el edificio de Ciencias Ambientales y está prevista una fuerte inversión, en los próximos meses, en la implantación de energías renovables limpias, además de mejorar la eficiencia energética de la Facultad de Farmacia, las residencias de estudiantes y, en los próximos años, de las facultades de Ciencias y Medicina, mediante la mejora de las envolventes, carpinterías e instalaciones de climatización.
En cuanto al Campus de Guadalajara, la Universidad de Alcalá sigue inmersa en las obras de construcción del nuevo campus, financiado con fondos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Universidad y Recinto Histórico de Alcalá de Henares Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO
El Recinto Universitario y Histórico de Alcalá de Henares está situado en la Comunidad Autónoma de Madrid, a 30 km de la capital madrileña. La propiedad tiene una superficie de 79 ha e incluye un magnífico conjunto de edificios históricos, como el excepcional Colegio Mayor de San Idelfonso o el Monasterio de San Bernardo. El Recinto Universitario comienza en la Plaza Cervantes (antigua Plaza Mayor) y se extiende hacia el este de la ciudad medieval. Se cerró derribando parte de las anteriores murallas medievales y prolongándolas en torno a la nueva urbanización. El trazado se basa en principios de planificación humanista, con dos ejes principales y un lugar central (hoy Plaza de San Diego) donde se ubican los principales edificios de la Universidad. El recinto amurallado medieval tiene en su núcleo la Iglesia Magistral, de la que parte el entramado de calles, fusionándose con los antiguos barrios árabe y judío. Al noroeste se encuentra el recinto eclesiástico, rodeado por sus propios muros; en su corazón se encuentra el Palacio Arzobispal. Dentro del casco histórico existen varios edificios protegidos por la legislación española.
La ciudad tiene su origen en la ciudad romana de Complutum. Se expandió durante la Edad Media y floreció en el siglo XVI gracias a la fundación de la Universidad. El concepto de esta ciudad, su planeamiento y disposiciones, pertenecen al proyecto diseñado por el fundador de la Universidad, el cardenal Cisneros. Había comprado unos terrenos al este de la ciudad medieval con el objetivo de dotar de las infraestructuras necesarias para llevar a cabo su proyecto universitario, un proyecto que incluía colegios, colegios mayores, hospitales e imprentas, todo lo cual contribuyó al destacado desarrollo de la Universidad de Alcalá. logros intelectuales durante cientos de años. Yuxtapuesta a la villa medieval, esta nueva ciudad se convertía en un modelo excepcional que encarnaba el modelo agustiniano de Ciudad de Dios, así como a la forma en que se planeó y los edificios con los que se dotó. el sueño de laCivitas Dei se hizo realidad, alcanzando las más altas cotas de realización intelectual de la época en las ciencias, la lengua y las letras, personificada por su hijo más ilustre, Miguel de Cervantes a través de su obra universal ‘El Quijote ‘.
Alcalá de Henares fue diseñada con el estricto propósito de ser la sede de una universidad. Fue la primera ciudad de este tipo en la historia y se convirtió en un modelo de Ciudad Universitaria para América y Europa. Alcalá exportó su prestigio y su forma de organización: un microcosmos donde convivían las órdenes religiosas, los ciudadanos, el mundo académico, la educación y el conocimiento. Es también un ejemplo único de la arquitectura de la Casa de Austria, característica del centro de España durante el período barroco.
Criterio (ii): Alcalá de Henares fue la primera ciudad en ser diseñada y construida únicamente como sede de una universidad, y serviría de modelo para otros centros de aprendizaje en Europa y América.
Criterio (iv): El concepto de ciudad ideal, la Ciudad de Dios (Civitas Dei), se materializó por primera vez en Alcalá de Henares, desde donde se difundió ampliamente por todo el mundo.
Criterio (vi): La contribución de Alcalá de Henares al desarrollo intelectual de la humanidad encuentra expresión en su materialización de la Civitas Dei, en los avances lingüísticos que allí tuvieron lugar, sobre todo en la definición de la lengua española, y a través de la obra de su gran hijo, Miguel de Cervantes Saavedra y su obra maestra Don Quijote.
Integridad
La Universidad y el Recinto Histórico de Alcalá de Henares han mantenido los valores que hicieron de Alcalá una creación a imitar durante siglos.
El trazado urbano en cuadrícula y el diseño de la universidad, el entramado de calles de la ciudad medieval con su Calle Mayor como arteria principal, así como las arcadas barrocas, se encuentran en un estado de conservación ejemplar. Más importante aún, la mayoría de los edificios que se construyeron cuando se creó la universidad han mantenido o recuperado sus usos originales, ya sean académicos, religiosos, civiles o residenciales.
El inmueble refleja acertadamente la importancia de la creación de la primera Ciudad Universitaria planificada de la historia y la representación de la Civitas Dei en la época barroca. Además, el recinto cuenta con un total de 785 edificaciones de las cuales 465 están protegidas dentro del plan urbanístico, es decir, el 60% de las edificaciones están catalogadas y declaradas de interés histórico.
Por tanto, a pesar del cierre de la Universidad entre 1836 y 1976, los daños sufridos durante la Guerra Civil y la desprotección durante parte del siglo XX hasta que fue declarada Bien Histórico por el Estado español en 1968, Alcalá ha conservado la integridad del recinto en su conjunto.
Autenticidad
A pesar de las muchas vicisitudes que ha sufrido en los últimos 160 años, la propiedad ha conservado un grado sustancial de autenticidad en su tejido urbano y en muchos de sus edificios históricos, incluidos edificios institucionales representativos y edificios residenciales protegidos, la autenticidad ha sido retenidos en cuanto a materiales y forma se refiere.
Cuando se cerró la Universidad en 1836, la mayoría de sus edificios se utilizaron para diferentes propósitos, como cuarteles, prisiones y oficinas administrativas. Sin embargo, como fueron utilizados y ocupados de forma continuada a lo largo de los años, estos edificios se conservaron sin sufrir mayor alteración.
La protección jurídica del inmueble y la reapertura de la Universidad desataron también un intenso proceso de recuperación que permitió recuperar su autenticidad de funcionamiento después de siglo y medio. La mayoría de los edificios de importancia histórica se están utilizando una vez más para albergar las instituciones académicas, para las que se construyeron originalmente. Además, los conventos de la ciudad siguen siendo utilizados con fines religiosos, al igual que ciertas instituciones asistenciales.
Requisitos de protección y gestión
El casco histórico de Alcalá cuenta con el mayor grado de protección jurídica desde que fue declarado Bien de Interés Histórico en 1968. Tanto la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 como la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid (Ley de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Madrid), protegen el conjunto histórico en su conjunto, así como los edificios singulares que tengan catalogación especial.
Además, en 1984, el ayuntamiento establece unas normas de protección que se complementan en 1991 con el Plan General de Ordenación Urbana y que culminan con la aprobación del Plan Especial de Protección del Casco Histórico. en 1998.
El Plan Especial regula las obras de consolidación, restauración, rehabilitación y reestructuración en función del nivel de protección del edificio: monumental, integral, estructural y ambiental, y, en cada caso, del tipo de construcción y materiales del mismo. El edificio debe ser respetado. Además, las normas relativas a la construcción de nuevos edificios dependen de las construcciones históricas que se quieran recuperar, y las restricciones en cuanto a la altura, el uso dado al edificio y las condiciones estéticas, así como la posición de la publicidad y otras instalaciones en las construcciones. También se incluyen disposiciones para realizar un estudio arqueológico metódico de todas las intervenciones en el recinto histórico.
Para la financiación de las intervenciones en el recinto histórico, Alcalá cuenta con un Consorcio constituido por el Ayuntamiento, la Universidad y la Comunidad Autónoma de Madrid. También dispone de recursos financieros propios, así como de los que proceden de las administraciones autonómicas y fondos europeos.
El Plan de Ordenación del Recinto Histórico también tendrá en cuenta aspectos relativos a la movilidad, el turismo, los equipamientos, las infraestructuras y el patrón urbanístico, integrando las actuaciones ya realizadas. La regulación de estas actuaciones pretende prevenir las potenciales amenazas que suponen la movilidad urbana, la sobreexplotación y el despoblamiento del recinto histórico. Las propuestas de proyectos se establecen de acuerdo a un esquema de inversión y serán monitoreadas a través de un programa basado en un grupo preciso de indicadores. Además, hay un plan para reformar muchas de las construcciones inadecuadas construidas en la década de 1970.