El flamenco, la expresión popular española más reconocida, es hoy admirado en todo el mundo
El momento histórico que vive esta manifestación ancestral es una buena excusa para abrir las puertas de Patrimonio Flamenco, la historia de la Cultura Jonda en la Biblioteca Nacional de España (BNE), una exposición que reúne obras de, entre otros, Cervantes, Goya, Estébanez Calderón, Beauchy, Picasso, Lorca, Gyenes, Edgar Neville, o Antonio Saura. Pero sobre todo rinde homenaje al cante, toque y baile de los artistas más significativos de la historia flamenca, La Niña de los Peines, Chacón, Carmen Amaya, Mairena, Caracol, Gades, Paco de Lucía, Camarón o Morente…
“Al ser humano sólo le apasiona el misterio: aquello que le atrae y que no entiende; aquello que lo ilumina y lo ensombrece; aquello que le entusiasma y a la vez lo embarga de tristeza… Y pocas cosas más misteriosas que el cante jondo”, escribe Antonio Gala en el catálogo de esta exposición. De cómo ese misterio se ha extendido a lo largo de los siglos trata Patrimonio Flamenco.
La exposición, comisariada por Teo Sánchez y David Calzado, muestra unas 150 obras de la BNE, en su mayoría, y otras de instituciones como el Museo Reina Sofía o el Picasso de Barcelona.
El recorrido parte de las primeras manifestaciones preflamencas que encontramos en obras como La Gitanillla de Cervantes o en estampas como El Vito, de Goya para llegar hasta las últimas películas de Saura o el arte urbano con en el que Suso33 representa hoy a Enrique Morente.
Cuando Estébanez Calderón describe Un baile en Triana y Asamblea General en sus Escenas Andaluzas el flamenco ya es un hecho reconocible por una buena parte de la sociedad. En las décadas que siguen la prensa ya habla de El Planeta o Silverio Franconetti, los primeros cantaores con cartel. Los viajeros que llegan a España – como Henry Ford o Davillier- muestran con pasión esta nueva forma de expresión e incluso Antonio Machado y Álvarez, Demófilo, firma con sus ensayos y recopilaciones las primeras páginas de la flamencología.
A finales del XIX se produce la irrupción de la fotografía, una disciplina que también se ha sentido atraída por la cultura jonda. Los trabajos de Clifford, Beauchy, Gyenes, Ibáñez, Richard Avedon o James Kriegsmann dan fe de ello en la muestra. De esa misma fascinación nace la representación que del flamenco hace la pintura y, además de los artistas ya citados, de las paredes de la sala Hipóstila colgarán originales de Lameyer, Fortuny o Tapies. Se cuenta también con las representaciones que artistas como Manuel Ángeles Ortiz, Guinovart, o más recientemente Luis Gordillo o Ceesepe hicieron para discos y carteles.
La literatura y el periodismo también nos cuentan del flamenco con textos de Chaves Nogales, Gómez de la Serna, Caballero Bonald o Félix Grande y el cine con la proyección de fragmentos escogidos de la obra de directores como Valdelomar, Rovira Beleta, Serrano de Osma, Carlos Sura y Tony Gatlif que consiguen captar la magia de artistas como Carmen Amaya, Antonio El Bailarín, La Paquera o Enrique El Cojo.
El flamenco fue declarado por la UNESCO patrimonio inmaterial de la humanidad en 2010.