El Año Internacional de las Lenguas Indígenas, dedicado a las lenguas históricamente marginadas de los pueblos desde el Círculo Polar hasta la Península Arábiga, desde Australia hasta Asia Oriental y América Central, se inaugurará en la UNESCO el 28 de enero y se celebrará a lo largo de 2019
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Año Internacional de las Lenguas Indígenas con la UNESCO como coordinadora del mismo. El objetivo de la iniciativa es sensibilizar a la opinión pública sobre los riesgos a los que se enfrentan estas lenguas y su valor como vehículos de la cultura, los sistemas de conocimiento y los modos de vida. Para las Naciones Unidas, las lenguas indígenas desempeñan un papel crucial para que las comunidades de hablantes asuman su destino y participen en la vida económica, cultural y política de sus países.
La UNESCO inaugurará el Año Internacional con un amplio programa de un día de duración el 28 de enero en la Sede de la Organización, a partir de las 10.00 horas, y una ceremonia oficial de apertura a las 15.00 horas. En la inauguración intervendrán Audrey Azoulay, Directora General de la Organización, Zohour Alaoui, Presidenta de la Conferencia General de la UNESCO, Lee Byong-hyun, Presidente del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, Diego Pary Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, Alfredo Astorga, Viceministro de Educación del Ecuador y Copresidente del Comité Directivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Ladislaa Alcaraz De Silvero, Ministra de la Secretaría de Políticas Lingüísticas del Paraguay, Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Aili Keskitalo, Presidente del Parlamento Sami de Noruega y Copresidente del Comité Directivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas y Akile Ch’oh, Gran Jefe Edward John de la nación Tl’azt'(Canadá) y Copresidente del Comité Directivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Kitigan Zibi, joven músico de la nación anishinabe de Canadá, actuará en la ceremonia.
Los debates abordarán temas que van desde el acceso a la información en lenguas indígenas al papel y la contribución de los círculos académicos y las organizaciones públicas en la preservación, el acceso y el apoyo a estos idiomas, los idiomas indígenas, el desarrollo sostenible y la paz, y la celebración de las lenguas indígenas mediante la expresión artística y la creatividad.
El acto de inauguración del Año ha recibido el apoyo de Bolivia, Canadá, Estonia, Japón, la Federación de Rusia y Arabia Saudita, así como de otros socios.
Durante el año se celebrarán eventos en todo el mundo (véase la lista evolutiva en https://es.iyil2019.org/events/) con el objetivo de velar por la protección de las lenguas indígenas, lo que en muchos casos requiere mejorar las condiciones de vida de sus hablantes y fortalecer sus respectivas organizaciones.
Para promover el uso de las lenguas indígenas y reforzar el alcance del Año Internacional, la UNESCO anima a los interesados a unirse a la campaña mundial en redes sociales: #LenguasIndígenas, #SomosIndígenas.
El Año Internacional también se propone contribuir al logro de los objetivos de los instrumentos normativos internacionales relativos a los pueblos indígenas, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (2006), el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo, 1989 (núm. 169), y el documento final de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas (2014). También tiene por objeto promover el plan de acción de todo el sistema de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y otros textos regionales y nacionales pertinentes, así como facilitar el cumplimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de 2030.
La mayoría de las 7.000 lenguas que se hablan en el mundo se consideran indígenas. Todas ellas son depositarias y portadoras de cultura, conocimiento, valores e identidad. Su pérdida representa un empobrecimiento para la humanidad en su conjunto y para las comunidades a las que se impide transmitir su lengua materna a sus hijos.