Linda* nació y creció en el asentamiento informal de Kibera, en Nairobi, uno de los barrios más extensos y densamente poblados de Kenya. “La vida aquí es muy dura”, afirma. Como muchas jóvenes de su entorno, esta joven no tuvo oportunidad de completar su educación secundaria debido a un embarazo inesperado
“Puedo decir que era una alumna brillante. Creo que debo todo a la influencia de mis compañeros. Conocí a un joven y ambos nos enamoramos. Al final quedé embarazada y tuve que abandonar la escuela para ocuparme del niño”.
“Educación sanitaria para un cambio de comportamientos”, es un proyecto piloto que lleva a cabo, entre septiembre de 2014 y diciembre de 2016, la Oficina Regional de la UNESCO para África Oriental, conjuntamente con el Ministerio de Educación de Kenya y con el apoyo financiero del gobierno de Azerbaiyán. Tiene como objetivo promover la educación para la salud de las alumnas y jóvenes, entre 10 y 19 años de edad, que viven en el asentamiento informal de Kibera, en Nairobi, proporcionándoles información en materia de salud a nivel escolar.”
La alta tasa de urbanización en Kenya ha generado un aumento espectacular del número de personas que viven en asentamientos informales, fundamentalmente en Nairobi. El término “asentamiento informal” se utiliza oficialmente para designar los barrios marginales de la ciudad, en los que vive aproximadamente el 70 % de sus habitantes. Kibera, con más de un millón de habitantes que sobreviven con menos de un dólar por día, es el barrio marginal más grande de África.
“Si a un niño no se le prepara correctamente desde su más tierna edad, si no se le alimenta como es debido y si no tiene acceso a los servicios sanitarios, entonces su aprendizaje se verá afectado”, señaló la Sra. Ann Therese Ndong Jatta, directora regional de la Oficina Regional de la UNESCO para África Oriental, con sede en Nairobi, Kenya. “Se trata de un proyecto dirigido a las adolescentes. Debido a los problemas sociales de Kibera, la mayoría de éstas se hallan expuestas al abuso sexual y a los embarazos precoces”.
El proyecto Educación sanitaria para un cambio de comportamientos ha puesto de manifiesto un conjunto de indicadores de riesgos del comportamiento sexual de las adolescentes, fundamentalmente la ausencia de seguimiento y de consejos en la escuela y el hogar, la pobreza, la presión ejercida por sus compañeros, la orfandad, la inseguridad, la existencia de un sistema sanitario de mala calidad en las escuelas, las viviendas insalubres y el hacinamiento, la falta de información y de servicios de salud sexual y reproductiva, entre otros. Se calcula que estos indicadores predisponen a las jóvenes a una mayor vulnerabilidad con respecto al trabajo de menores, las violaciones, los embarazos no deseados, las infecciones de transmisión sexual (ITS), y, en base a esta constatación, el proyecto de educación sanitaria de Kibera procura mejorar el acceso de las adolescentes a las informaciones sobre la salud con miras a que tomen decisiones fundamentadas y saquen mejor provecho de las oportunidades de desarrollar su potencial educativo.
“El proyecto se utiliza como instrumento para sensibilizar a la población de esta región en donde se hallan otros interlocutores cuya labor se centra fundamentalmente en la salud infantil”, señaló la Sra. Ndong Jatta. También elabora materiales didácticos para la educación sanitaria, disponibles para su uso en las escuelas, y ofrece capacitación a los docentes.
En el marco de un proceso de consultas, el proyecto elaboró 12 conjuntos de materiales didácticos sobre la salud que recibieron la autorización del Kenya Institute Curriculum Development, el organismo habilitado para aprobar los materiales de enseñanza y aprendizaje en el nivel fundamental. El proyecto ha capacitado también a 30 instructores de docentes y 195 docentes (90 docentes más fueron formados recientemente) con miras a reforzar la enseñanza de la educación sanitaria en las escuelas.
Aunque Kenya ha puesto en marcha programas políticos a nivel nacional por conducto del Ministerio de Educación y del Ministerio de Salud a fin de definir las estrategias para mejorar la educación de las niñas, las de Kibera tienen mucho menos oportunidades de asistir a la escuela que los niños. Un estudio efectuado por Population Council (2007), indica que el 43% de las niñas seleccionadas para el estudio había abandonado la escuela, con respecto al 29% de los niños.
“Dejé de asistir a la escuela durante cuatro años”, afirmó Linda. “Pero, por suerte, mi familia me ayudó a matricularme y a reanudar mis estudios. Ahora sí que espero completar mis estudios”.
* El nombre ha sido cambiado