Los sistemas educativos contemporáneos de todo el mundo se ven acosados por problemas como el acceso, la equidad, la pertinencia y la desigualdad digital, que podrían dejar atrás a miles de millones de personas
Se necesita que los líderes mundiales aborden esta situación de forma urgente.
La vicesecretaria general de la ONU pidió recientemente una transformación del aprendizaje, subrayando que recibir una buena educación representa una esperanza para todas las generaciones futuras.
En su intervención en una reunión de alto nivel sobre educación convocada por la Unión Europea (UE) en Bruselas, Amina Mohammed rindió homenaje en particular a los niños de Gaza, que llevan más de seis meses sin recibir educación y donde se han producido ataques directos contra 212 escuelas.
«Hoy se ha apagado la luz para Gaza y los niños de Gaza. Necesitamos un compromiso para intentar encender de nuevo esa vela para sus niños y su pueblo. La educación es esperanza. La educación es el futuro», afirmó.
Tomar impulso
Este año se celebrarán una serie de reuniones que se basarán en la Cumbre para la Transformación de la Educación convocada por la ONU en septiembre de 2022 en respuesta a la crisis mundial de la educación, después de que más del 90% de los niños del mundo perdieran el acceso a las aulas durante la pandemia de la COVID-19.
En septiembre de este año, los líderes mundiales se reunirán para forjar un nuevo consenso internacional en el marco de la Cumbre del Futuro.
Mohammed pidió dos resultados específicos sobre educación en la Cumbre.
«En primer lugar, necesitamos que los líderes mundiales reconozcan claramente la necesidad urgente de transformar la educación e invertir en ella como un imperativo mundial», declaró.
«En segundo lugar, necesitamos grandes avances en temas que son críticos para la educación, incluyendo la reforma de la arquitectura financiera internacional, el fortalecimiento de la cooperación digital y una nueva agenda para la paz.»
La educación, un derecho humano
Sin medidas adicionales, se calcula que 84 millones de niños y jóvenes seguirán sin tener acceso a las aulas en 2030, y aproximadamente 300 millones de estudiantes carecerán de las competencias básicas -y vitales- en aritmética y lectura y escritura.
«La educación es un derecho humano fundamental. Invertir en educación es la mayor inversión que podemos hacer en nuestro futuro común, en la paz y el desarrollo sostenible, y en particular en la igualdad de género», subrayó Mohammed.
Los sistemas educativos contemporáneos de todo el mundo se ven acosados por problemas como el acceso, la equidad, la pertinencia y la desigualdad digital, que podrían dejar atrás a miles de millones de personas, añadió.
«Sé que podemos hacer de 2024 un punto de inflexión para la educación. Pongámonos a ello».
La violencia contra las mujeres en el punto de mira
Durante su visita a Bruselas, la vicesecretaria general también presidió la reunión del Consejo de Administración de la Iniciativa Spotlight, el mayor esfuerzo específico del mundo para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas.
La iniciativa de las Naciones Unidas se lleva a cabo en colaboración con la UE y otras partes interesadas y responde a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Sus programas en 30 países y regiones, se centran en la violencia doméstica y familiar, la violencia sexual y de género y las crecientes tasas de feminicidio, junto con la trata de personas.
Desde 2019, la iniciativa ha conseguido que más de 2,5 millones de mujeres y niñas accedan a servicios contra la violencia de género, y dos millones de hombres y niños han recibido educación sobre masculinidad positiva.