Acabamos un año 2024 convulso en todos los ámbitos, y nos encontramos que en el nuevo año no se atisba ninguna diferencia con el que dejamos atrás gracias a que la humanidad está cada vez más deshumanizada
Por Juan Ignacio Vecino, director y editor de patrimonioactual.com. Miembro del Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO.
Este año 2024 hemos sido testigos de importantes conflictos armados, como la invasión rusa de Ucrania, la guerra civil birmana o la sudanesa, la insurgencia islamista en el Sahel, Gaza, Afganistán, Etiopia, Yemen o la salida del dictador de Siria, y unos cuantos autogolpes de estado por parte de “dictadorcillos” que se quieren perpetuar en el poder para seguir oprimiendo al pueblo, caso de Venezuela, o lo último visto en Corea del Sur, entre otros.
La inteligencia artificial (IA) se está imponiendo en todo el mundo, y dentro de poco tiempo estará instalada en nuestras vidas, por lo que debemos estar atentos para que no nos sobrepase.
Las noticias falsas son cada vez más habituales, sobre todo, las que se utilizan en las redes sociales, por parte de personajillos que sin ninguna formación, escrúpulos, ni miramientos distribuyen noticias falsas, no por que quieran perjudicar, sino porque no tienen ni idea, ni contrastan de lo que hablan (habitualmente de oído) y que perjudica la confianza de la ciudadanía. Si además, nos encontramos con que los medios de comunicación son cada vez más partidistas y la voz de su amo, pues se junta el hambre y las ganas de comer, dando píe a que los políticos quieran meter sus… manos en los mismos, y pretendan regular a su imagen y semejanza los medios con tal de que sus informaciones les sean favorables. Pero, y que pasa con los independientes que no cobramos ni queremos ni aceptamos subvenciones para ser libres en nuestras informaciones y que no estén teledirigidas, pues nos insultan llamándonos pseudomedios como hace el presidente Sánchez cuando nosotros llevamos 25 años realizando una labor informativa de calidad, sin sesgos políticos y diciendo siempre la verdad, no como los políticos, que ahora dicen una cosa y a los diez minutos la contraria y sin ningún rubor. Desde aquí exigimos que el que mienta sea fulminado de su actividad inmediatamente, sea la que sea, claro que veríamos como salían por las puertas de las instituciones, cantidad de mentirosos. La objetividad y la imparcialidad deben primar en los poderes del Estado como sucede entre el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, que están constantemente a la greña entre unos y otros, y eso no lo podemos permitir los ciudadanos, ya que actualmente no se encuentran a la altura para poder desempeñar sus funciones.
Las mentiras de los políticos en todos los ámbitos, su avaricia por no soltar sus prebendas a base de mentiras, artimañas y de tirarse los trastos a la cabeza unos a otros, hace que vivamos en un mundo corrupto, podrido, putrefacto y que se va desintegrando poco a poco mientras una gran parte del planeta vive situaciones desastrosas y sin mirar por ellos.
Por otro lado, los derechos humanos se conculcan cada vez más en todo el mundo con la anuencia de sus dirigentes que solo miran por sus intereses sin importarles nada lo que le pase al resto de sus ciudadanos. Los beneficios económicos, las injusticias, la prevaricación y los abusos de poder en todos los niveles hacen que vivamos en una sociedad cada vez más desintegrada, dividida, desplazada, con menos valores y futuro para los jóvenes y, desde luego, con menor nivel cultural.
El lema de nuestra publicación es “solo la cultura da libertad”, y se tiene que tener en cuenta que parece que a los gobernantes les interesa poco tener ciudadanos formados, ya que con menor formación más manejables son. Esto lo vemos a diario, cuando se pregunta a los alumnos sobre determinadas cuestiones, nos quedemos asombrados al oír sus respuestas en la que dejan claro que no saben nada de nada.
Si los que tienen el mandato de formar intelectualmente a nuestros niños y jóvenes, no lo hacen, algún día se les demandará por su inoperancia y falta de ética, ya que la formación es inherente al ser humano.
Como decimos siempre, el patrimonio cultural, natural e inmaterial declarado por la UNESCO debe ser protegido, conservado y mantenido, pero la multitud de conflictos armados, las mafias, y el poco escrúpulo de muchos hace que estos bienes patrimonio de la humanidad se encuentren en constante y permanente peligro y con un tráfico ilícito de bienes culturales sin parangón. Desde nuestra publicación luchamos a diario para sensibilizar a los lectores de los beneficios que hay a la hora de proteger los bienes que son de toda la humanidad.
Cada día la UNESCO hace mayores esfuerzos por intentar conseguir que la protección de los bienes culturales sea cada vez mayor, y que los responsables de los países se sientan más involucrados en su conservación, protección y mantenimiento.
El patrimonio natural es un bien que toda la humanidad también demanda. El cambio climático produce cada día más desastres y la ineficacia del humano hace que nuestros bosques, océanos, ríos, parajes naturales, reservas de la biosfera y patrimonio subacuático se encuentren cada día más deteriorados multiplicándose los desastres naturales por falta de voluntad política y sensibilidad de la ciudadanía.
Respecto al patrimonio inmaterial, en importante resaltar que siga pasando de generación en generación, y que su transmisión siga pasando en cualquier lugar del planeta ya que así se conseguirá llegar al futuro desde el pasado.
Resumiendo, desde nuestra publicación www.patrimonioactual.com queremos que el año 2025 sea un año en el que cambien muchas cosas para que no sucedan las desgracias que vienen ocurriendo estos años atrás, por ello, pedimos a los que tienen la posibilidad de poner soluciones que lo hagan ya, y que no solo miren para sí mismos.
Para terminar, pedimos que la Zarzuela género lírico y su Teatro sean la candidatura de España al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, y que el ministerio de Cultura de España no deje pasar oportunidades de presentar candidaturas al Patrimonio Cultural Mundial, como ha ocurrido en 2024, que no presentaron nada de nada, pasando en pocos años de ser los segundos del mundo en nombramientos a estar actualmente los quintos con 50. Menos mal que en Patrimonio Cultural Inmaterial se consiguió el nombramiento de la “Cultura sidrera asturiana”, y ya son 22 declaraciones para España
De cualquier forma deseamos a nuestros lectores y amigos un Feliz Año 2025, y terminamos como empezamos ¡Qué sabe nadie… lo que pasará en 2025!