Una idea desglosada de ‘Havana 7. Historias que cuentan’, el proyecto de apoyo al Periodismo por antonomasia impulsado desde hace tres temporadas por el ron Havana Club 7 Años, presenta a Rubén Amón
Rubén Amón inauguró en el Teatro Alfil de Madrid, ‘El Club Havana 7. Historias que cuentan’, un nuevo concepto de show, a caballo entre el late night, el monólogo y la obra teatral, en el que el Periodismo y el Teatro se dan la mano.
Bajo el título El tigre mordió a Cristo, Rubén Amón, en conversación Raquel Martos, que ejerció de maestra de ceremonias, trazó sarcásticos perfiles de algunos de los personajes que ha conocido a lo largo de su trayectoria profesional, y que recoge en su libro-bestiario homónimo, recién publicado. Para empezar, y en un primer acto dedicado a los toreros, vinculado a la experiencia del autor como crítico taurino, justificó el título: “se debe al momento en el que entrevisté a Jesulín, un Jesulín muy anterior a la Campanario o a Belén Esteban, y a quien el zoo de Bilbao regaló un tigre, de nombre Currupipi, que mordió a su cuñado, Cristo González”.
El segundo acto del show se consagró al territorio político. El periodista contó que Berlusconi, siendo él corresponsal en Roma, lo obligó a “comerse” la bandera de Italia. “En un ejercicio cromático, Il Cavaliere te ofrecía, cuando te invitaba a almorzar, la bandera de Italia combinando los colores de los alimentos (…). En esa alegoría, en mi opinión, se demostraba que se estaba comiendo el país”. También se refirió a Aznar, a quien le ha dedicado el bestiario dirigiéndose a él como Jose. “Puse su nombre de pila porque le tengo cariño, y porque su libro de memorias me parecía el antídoto que necesitaba el mío, huyendo de tanta vanidad (…). Se lo podría haber dedicado también a Bono, y lo que persigo es la clarividencia en diferido, tener verdaderamente claro lo que ha ocurrido para no caer en el ridículo”.
En el tercer acto, con un tono más sensible, Amón mencionó a personajes que lo han conmovido y marcado. Por ejemplo, Simone Veil, una superviviente del Holocausto que fue ministra con Giscard d’Estaing. “Es un personaje que desborda tanto que lo reflejo como el instante más sobrecogedor que yo haya podido compartir con una persona”. La conversación se consagró al mundo de la música en el cuarto acto, y Amón retrató a algunos de los cantantes a los que ha admirado o con los que ha tratado a raíz de su labor como crítico de ópera. Con uno de ellos, Plácido Domingo, se estableció una divertida conexión en directo. “Conocer a Rubén me animó muchísimo, porque era un momento en el que había quien no me animaba tanto”, bromeó el tenor.
El quinto y último acto, más personal, descubrió detalles y datos de la vida del protagonista del show. Por ejemplo, que Antonio López, que tuvo contacto con su familia, lo tomó como modelo para pintar un cuadro hoy expuesto en el MoMA de Nueva York, o que la cuadrilla de Jesulín de Ubrique le quiso pegar, ofendida por una mala crítica. En este punto, Juan Luis Cano, con quien Amón colaboró en Gomaespuma y que presenció aquella refriega, subió al escenario del Alfil para dar fe divertidamente. El espectáculo culminó con un pequeño monólogo que se marcó Rubén Amón sobre su labor como tertuliano comentando entre bromas que “el tertuliano tiene la piel de amianto”, que “lo primero que pregunta al entrar en un plató es si hay wifi, pues su conocimiento llega hasta donde llega la cobertura”, y que no existe un carril especial para el tertuliano “para poder estar en varias cadenas a la vez y sosteniendo opiniones diferentes”.
Durante el espectáculo, el periodista estuvo arropado por el actor Rafa Maza, que imitó a algunos de los personajes a los que él se refería, como Aznar, y otros como Dalí, Fernando Fernán Gómez o Boris Izaguirre. Y, entre actos, el grupo vocal Primital Brothers intervino, desengrasando el ritmo del show, con cómicos popurrís. Cócteles de Havana 7 inspirados en la personalidad del propio Rubén Amón y de Raquel Martos regaron la noche, en la que ‘Havana 7. Historias que cuentan’ se abría al público en una nueva etapa.