La resolución contó con diez votos a favor, cuatro abstenciones y el voto en contra de la Federación de Rusia, que equivale a un veto e invalida la adopción del texto en el que se declaraba también que los referendos llevados a cabo en Luhansk, Donetsk, Kherson, y Zaporiyia son ilegales y que las acciones de Rusia violan la Carta de las Naciones Unidas y la soberanía de Ucrania
Rusia ha vetado en el Consejo de Seguridad una resolución, aprobada por diez votos* de los 15 miembros que lo componen, en la que se declaraba que la anexión de ciertas partes de Ucrania por la propia Rusia es una violación de la Carta de las Naciones Unidas y en la que se exigía su inmediata retirada a las fronteras internacionalmente reconocidas.
En concreto, la resolución se refería a la anexión de las regiones ucranianas de Luhansk, Donetsk, Kherson, and Zaporiyia anunciada este mismo viernes por el presidente ruso Vladimir Putin.
La resolución, que contó con cuatro abstenciones, decidía que la Federación de Rusia cesara “inmediatamente su invasión ilegal a gran escala de Ucrania” y se abstuviera “de cualquier otra amenaza o uso ilegal de la fuerza contra cualquier Estado miembro”.
Patrocinada por Estados Unidos y Albania, la resolución condenaba “la organización por parte de la Federación de Rusia de los llamados referendos ilegales” en Luhansk, Donetsk, Kherson, and Zaporiyia “regiones situadas dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania” y con los que Putin ha anunciado la anexión.
La resolución pedía a Rusia que “revierta su decisión de forma inmediata e incondicional”. Además, decidía que “la Federación de Rusia retire inmediata, completa e incondicionalmente todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, lo que incluye las regiones a las que se dirigen los llamados referendos ilegales, para permitir una resolución pacífica del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania mediante el diálogo político, la negociación, la mediación u otros medios pacíficos”.
Carta de las Naciones Unidas
El texto de la malograda resolución recordaba “la obligación de todos los Estados, en virtud del artículo 2 de la Carta, de abstenerse, en sus relaciones internacionales, de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”.
También aludía a la obligación de los Estados “de arreglar sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales ni la justicia”.
La resolución del Consejo estaba en línea con lo expresado el jueves por el Secretario General de la ONU quien, en declaraciones a la prensa, dijo que el anuncio de anexión de territorios de Ucrania por parte de Rusia no tiene valor legal, merece la condena y es peligroso.
También hizo un llamamiento a todos los Estados, organizaciones internacionales y organismos especializados para que no reconocieran ninguna alteración del estatus de las regiones de Ucrania.
Asegurando que quería ser muy claro, António Guterres señaló que la decisión de la anexión “no puede conciliarse” con el marco jurídico internacional. “Va en contra de todo lo que la comunidad internacional debe defender. Desprecia los propósitos y principios de las Naciones Unidas”.
Estados Unidos, en defensa de los principios sagrados
Antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos, copatrocinador de la resolución, dijo que los referendos eran una «farsa» predeterminada en Moscú, «celebrada tras el cañón de las armas rusas».
«Todos tenemos interés en defender los principios sagrados de la soberanía y la integridad territorial, y en defender la paz en nuestro mundo moderno», dijo Linda Thomas-Greenfield a los embajadores.
«Todos nosotros entendemos las implicaciones para nuestras propias fronteras, nuestras propias economías y nuestros propios países, si se dejan de lado estos principios”, añadió.
Y luego dijo que lo que está en juego es “nuestra seguridad colectiva, de nuestra responsabilidad colectiva de mantener la paz y la seguridad internacionales”
Rusia: No hay vuelta atrás
Respondiendo por Rusia, el embajador Vasily Nebenzya, acusó a los redactores de la resolución de una «provocación de bajo grado», para obligar a su país a utilizar su veto.
«Tales acciones abiertamente hostiles por parte de Occidente, son una negativa a comprometerse y cooperar dentro del Consejo, un rechazo de las prácticas y de la experiencia adquirida durante muchos años», agregó.
También dijo que había habido un apoyo a la anexión «abrumador» por parte de los residentes en las cuatro regiones que ahora reclama Rusia. «Los residentes de estas regiones no quieren volver a Ucrania. Han hecho una elección informada y libre, a favor de nuestro país».
Dijo que el resultado de los llamados referendos había sido reconocido por los observadores internacionales, y ahora, tras ser refrendado por el Parlamento ruso, y por decretos presidenciales, «no habrá vuelta atrás, como el proyecto de resolución de hoy trataba de imponer».
“Urgente» abordar las consecuencias de las fugas del gasoducto Nord Stream
Los miembros del Consejo de Seguridad permanecieron en la sala el viernes por la tarde en Nueva York, para discutir las explosiones del gasoducto Nord Stream de esta semana, que la alianza militar de la OTAN y otros, creen que puede ser un acto de sabotaje.
A primera hora del día, el presidente Putin acusó a Occidente de ser el responsable de los daños en los gasoductos submarinos construidos por Rusia, una acusación que Estados Unidos y sus aliados rechazan enérgicamente.
Al informar a los embajadores en nombre de la ONU, el subsecretario general de Desarrollo Económico del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), dijo que, aunque se estaban investigando las causas de las cuatro fugas, y que «es igualmente urgente abordar las consecuencias de las mismas».
Navid Hanif explicó que la ONU no está en condiciones de confirmar ninguno de los detalles comunicados en relación con las fugas detectadas el lunes. Los gasoductos Nord Steam 1 y 2 han estado en el centro de la crisis de abastecimiento energético europea derivada de la invasión rusa de febrero, y ninguno de ellos está en funcionamiento bombeando gas a las naciones europeas en este momento.
Hanif añadió que las fugas tendrán aumentarán la presión en los mercados energéticos mundiales. «El incidente puede agravar la elevada volatilidad de los precios en los mercados energéticos de Europa y de todo el mundo», dijo, y añadió que el posible daño al medio ambiente es otro motivo de preocupación.
El peligro del metano
El vertido de cientos de millones de metros cúbicos de gas «supondría la emisión de cientos de miles de toneladas de metano», dijo, un gas que tiene «un poder de calentamiento del planeta 80 veces superior al del dióxido de carbono».
Por último, sostuvo que las explosiones de los gasoductos también dejaron «manifiestamente claro» lo vulnerables que son las infraestructuras energéticas críticas, en estos tiempos de crisis mundial.
Por ello, añadió, es importante pasar a un «sistema energético limpio, resistente y sostenible, garantizando al mismo tiempo el acceso universal a una energía asequible, fiable y sostenible para todos».
Por último, el responsable de Asuntos Económicos dijo al Consejo que cualquier ataque a una infraestructura civil es inaceptable, y que no debe permitirse que el incidente aumente aún más las tensiones en medio de una escalada bélica.
*Resultado de la votación
A favor: Albania, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Francia, Ghana, Gran Bretaña, Irlanda, Kenya, Noruega, México,
Abstenciones: Brasil, China, Gabón, India.
En contra: Federación de Rusia.