El Cuartel de Inválidos de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España, sede permanente de la Universidad Complutense de Madrid, comienza su actividad académica
La alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota López Esteban, el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache Goñi, y el director de los Cursos de Verano, Miguel Ángel Casermeiro Martínez, han inaugurado la actividad académica de la nueva sede permanente, en el Cuartel de Inválidos a Caballo de San Lorenzo de El Escorial
En su intervención, Carlota López destacó la importancia de la nueva sede permanente que “sitúa a San Lorenzo como parte de un proyecto académico a futuro, que va más allá de la intención de mantener los Cursos de Verano en San Lorenzo de El Escorial, ampliando la oferta formativa con la realización de cursos, exposiciones, ciclos formativos y encuentros de profesionales durante todo el año.” Igualmente destacó lo relevante que es para el municipio de contar con su propia cátedra de Desarrollo Turístico Sostenible.
Joaquín Goyache, por su parte, explicó el reto que ha sido adecuar el edificio histórico de Juan de Villanueva, “que ha quedado espectacular y que va a aporta un gran valor a la Universidad Complutense como sede permanente”. El rector apuntó también a próximas novedades académicas que verán la luz en el Cuartel de Inválidos y que traerán a estudiantes y profesionales internacionales a San Lorenzo durante el curso académico”.
Miguel Ángel Casermeiro destacó la buena relación entre la Universidad Complutense y el ayuntamiento y se mostró “orgulloso de que los Cursos de Verano 2023 supongan el inicio de la actividad académica permanente del Cuartel de Inválidos”.
Las aulas del recién renovado edificio se han estrenado con los cursos y ponencias Erradicación de la violencia contra las mujeres desde una perspectiva latinoamericana, El impulso de la perspectiva de género desde la abogacía o Nevos avances y nuevos retos en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.
Monasterio y sitio de El Escorial en Madrid, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1984
Construido a finales del siglo XVI, el Monasterio del Escorial se alza en un paraje de excepcional belleza en las faldas de la Sierra de Guadarrama, al norte de Madrid. Fue el retiro de un rey místico, Felipe II, y se convirtió en los últimos años de su reinado en el centro del mayor poder político de la época.
Felipe II fundó el monasterio en 1563 como monumento votivo y panteón de los monarcas españoles desde el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V en adelante. Su diseño, complejo pero a la vez sencillo, fue realizado por Juan Bautista de Toledo, discípulo español de Miguel Ángel durante las obras de la basílica vaticana, y finalizado por Juan de Herrera tras la muerte de Toledo.
El sitio real incluye el monasterio, un complejo de piedra de dimensiones extraordinarias rodeado de jardines formales y los jardines de los monjes, la Casa de los Oficios y el Cuartel de la Compañía donde se alojaban los servicios del palacio y el monasterio. En el siglo XVIII se construyen las nuevas Casas de Oficios, completando la Lonja (la explanada de piedra), y, en consecuencia, surge en torno al monasterio un pequeño poblado, modelo de la Ilustración, albergando tanto la corte como las dos casas de campo. villas para los hijos de Carlos III.
Dentro del enorme volumen del monasterio, hay un conjunto de diferentes edificios: el monasterio, la iglesia, el palacio real, la escuela, el seminario y la biblioteca real, brillantemente organizados en torno a once patios principales y tres patios de servicio. Algunos dicen que el diseño es similar al de la parrilla, el instrumento utilizado para el martirio de San Lorenzo. Su arquitectura austera, de estilo escasamente ornamentado, conocido como “herreriano”, supuso una ruptura con estilos anteriores, y tuvo una profunda influencia en la arquitectura española durante más de medio siglo. No obstante, varias habitaciones tienen una decoración muy rica y sublime. Los escritores contemporáneos la elogiaron como uno de los más grandes paradigmas de las artes: la “Octava Maravilla”.
El Real Monasterio y Sitio de San Lorenzo del Escurial es el monumento que simboliza la expresión ideológica y artística que inspiró y representó a la Monarquía Católica Española durante el Siglo de Oro, entre los siglos XVI y XVII, así como su permanencia hasta finales del siglo el Antiguo Régimen.
Criterio (i): El Monasterio y Sitio del Escorial, Madrid, representa una obra maestra del genio creativo humano, donde la gran obra colectiva de importantes artistas estuvo sujeta a la voluntad y órdenes de la figura histórica del Rey Felipe II.
Criterio (ii): El Monasterio y Sitio del Escorial expresa un importante intercambio de valores humanos y simboliza la expresión ideológica y artística que influyó en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales y el diseño del paisaje durante el Siglo de Oro español. El conjunto arquitectónico es un ejemplo de los palacios-conventos y su diseño urbanístico y paisajístico construido por las monarquías cristianas europeas. Su trazado final del siglo XVIII lo convierte en uno de los ejemplos más representativos del Real Sitio desarrollado por la monarquía como sede y reflejo de su poder.
Criterio (vi): El Monasterio y Sitio del Escorial, Madrid está directamente asociado con personajes históricos muy importantes en la historia europea y mundial, como el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V y todos sus descendientes de la Casa de Austria y la Casa de Borbón que ocupó el trono español, en particular Felipe II. Encarnó, de manera ejemplar, la ideología de la sociedad y la austera pompa y ceremonia con que se representó su divina y mundana majestad.
Integridad
La propiedad inscrita abarca una superficie de 94 ha. Las construcciones originales levantadas durante el reinado de Felipe II -edificio principal del Monasterio y las Casas de Oficios- así como las construidas bajo el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII, que conformaron la nueva villa que constituyó el Real Sitio de San Lorenzo, permanecen completamente intactos. El carácter unitario de los edificios construidos durante el reinado de Felipe II se conservó dos siglos después gracias al talento del arquitecto real Juan de Villanueva, ya que este monumento fue ejemplo de modelo arquitectónico absoluto para los académicos de la Ilustración.
La transformación de la mayoría de las dehesas que componían el bosque real durante el siglo XIX, y el desarrollo de la villa en los siglos XIX y XX no han afectado negativamente a la conservación del monumento ni a su imagen percibida. El paraje natural de la finca de la Herrería, el entorno natural más cercano al monumento, se encuentran bajo la protección de Patrimonio Nacional.
Autenticidad
Se ha mantenido la ubicación geográfica y la heterogeneidad paisajística del monumento. Tanto las construcciones originales construidas durante el reinado de Felipe II, como las construidas bajo el reinado de Carlos III, se conservan respetando íntegramente el diseño, la disposición, el juego de espacios abiertos y volúmenes cerrados, los materiales y el espíritu del conjunto. La expresión formal del monumento en sí mismo contribuye a mantener vivo este espíritu.
El dinamismo funcional del edificio principal, diseñado para la convivencia de la vida en el monasterio y la corte, se perpetúa hoy en la compatibilidad de sus funciones actuales: religiosos – los padres agustinos regentan el monasterio desde el siglo XIX; educativo – a través del Real Colegio fundado por Alfonso XII en 1875; y para la investigación cultural y los estudios museísticos.
Requisitos de protección y gestión
El marco general para la protección y gestión de los monumentos lo establece principalmente la ley 23/1982 por la que se regula el Patronato del Patrimonio Nacional e incluye el Palacio Real-Monasterio, la Casita del Príncipe, con su huerta y terreno agrícola, la Casita de Arriba, las Casas de Oficios y los aposentos de la Reina y de los Infantes. Corresponde al Patronato la protección, conservación y puesta en valor de los bienes y derechos del Patrimonio Nacional así como el patronato del Real Patronato del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
El conjunto de edificios sigue siendo administrado por el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, organismo heredero del Patrimonio de la Corona, y que tiene bajo su protección los monumentos más importantes de la Real Fundación, manteniendo su carácter unitario. Dado su mandato, el Patronato es responsable de salvaguardar la coherencia entre los diferentes elementos, favoreciendo el uso de materiales y técnicas constructivas tradicionales según cada caso. Para ello, lleva a cabo proyectos de intervención y conservación de bienes muebles e inmuebles, incluyendo la ejecución de planes de conservación de la naturaleza.
La normativa adicional ofrece diferentes grados de protección y fortalece la conservación del monumento y su entorno, siendo este último uno de los aspectos más vulnerables por la amenaza que supone el desarrollo urbanístico.
Los diferentes bienes se encuentran catalogados en el Inventario de Patrimonio del Estado Español como monumentos, jardín histórico o conjunto histórico, según la categoría que corresponda a cada elemento.
A nivel regional, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha clasificado el Real Sitio como Bien de Interés Cultural (BIC, Bien de Interés Cultural) bajo la categoría de Territorio Histórico como parte de la Cerca Histórica de Felipe II terreno vallado por Felipe II). El Listado Regional de Especies de Fauna Silvestre en Riesgo también protege árboles considerados excepcionales.
A nivel local, los elementos del inmueble se encuentran registrados en los Inventarios de Protección de las Entidades Locales.
En materia de ordenación del territorio, el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama pretende garantizar su conservación, evitando el desarrollo urbanístico aleatorio, masivo o perturbador, y vincular la conservación del patrimonio histórico patrimonio con la conservación del medio ambiente.
Se continuará con la protección y gestión del bien y su entorno a través de un enfoque global, integrado e interdisciplinar en el que se incluirá la metodología de conservación preventiva y se protegerá el significado del conjunto arquitectónico y su entorno en equilibrio con las necesidades. y evolución de la sociedad.