El Comisario Europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs, ha anunciado una nueva ayuda de la Unión Europea por un importe de 2 500 millones EUR para América Latina en el período 2014‑2020 (incluida financiación para programas regionales y para dotaciones bilaterales a los países subvencionables)
El nuevo paquete financiero se inscribe en el Instrumento de Cooperación al Desarrollo, que acaba de publicarse, y será objeto de debate en la conferencia EUROsociAL de Bruselas, en la que se reunieron los responsables políticos y los representantes de alto nivel de la Unión Europea y de América Latina para debatir la cooperación futura entre ambas regiones.
Antes de ese acto, el Comisario Piebalgs hizo las declaraciones siguientes: «Este paquete de ayuda constituye una nueva etapa en nuestra forma de trabajar con América Latina y envía una señal muy fuerte de nuestro compromiso para seguir apoyando los esfuerzos de desarrollo de la región. No le damos la espalda a ese continente; estamos mirando juntos en la misma dirección.
He viajado por América Latina varias veces en los últimos tiempos y estoy muy orgulloso de ver la contribución de la UE a los avances impresionantes que el continente ha registrado en la última década. Estoy convencido de que en este nuevo capítulo de nuestras relaciones, se verá como prospera nuestra asociación.»
La nueva financiación regional se centrará en los ámbitos en los que más pueda notarse la diferencia. Estos ámbitos han sido determinados previa consulta a los países socios de América Latina:
• seguridad
• buena gobernanza, responsabilización y equidad social
• crecimiento económico integrador y sostenible
• sostenibilidad ambiental, resiliencia y cambio climático
• programas de educación y formación para los jóvenes en el marco de Erasmus+
En el programa de medidas que han presentado figura asimismo un programa subregional para América Central.
En consonancia con el Programa para el Cambio (el plan estratégico de la Comisión para centrar la ayuda en los países que más lo necesitan y en los sectores en los que más puede notarse la diferencia), la UE ha reconfigurado la forma de trabajar en América Latina. Se va a dar paso a una asociación más estratégica entre ambas partes de cara al futuro, en la que ambas regiones busquen soluciones para resolver retos comunes (por ejemplo, el cambio climático) mediante la cooperación regional.
En la actualidad, la financiación procede del Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD), que forma parte del presupuesto general de la UE.
Dieciocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) están cubiertos por el ICD y pueden acogerse a esos fondos regionales.
A su vez, se mantendrá una cooperación bilateral importante con los países de América Latina que se enfrentan a los mayores desafíos (Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Nicaragua). Además, Colombia, Ecuador y Perú seguirán disfrutando de financiación bilateral, lo cual permitirá una retirada muy progresiva.
EUROsociAL: un programa emblemático para la cohesión social en América Latina
Pese al fuerte crecimiento reciente, la desigualdad sigue siendo uno de los retos más acuciantes en América Latina.
EUROsociAL se ha convertido en el programa insignia de la Unión Europea en América Latina para la cohesión social. Bajo el lema «Apoyar las políticas, conectar las instituciones», reúne a los responsables políticos y a los funcionarios de alto nivel de las administraciones públicas de Europa y de América Latina para elaborar y aplicar políticas que reduzcan las desigualdades sociales.
EUROsociAL adopta un enfoque innovador que produce resultados cuantificables pese a un presupuesto relativamente reducido, dividido entre 18 países socios y 10 áreas temáticas. La contribución total de la UE asciende a 70 millones EUR: 30 millones EUR en la primera fase (2004-2009) y 40 millones EUR en la segunda (2011-2014).
Este programa fomenta de forma activa una cooperación «Sur-Sur» en América Latina (es decir, que los conocimientos derivados de cooperaciones anteriores y ajustados a las condiciones específicas de un país vecino se transfieren de un país de América Latina a otro), y se espera que los gastos correspondientes durante la segunda fase del programa no rebasen los 10 millones EUR.
Se trata asimismo de un programa basado en resultados, que solo apoya acciones con objetivos claramente formulados que se inscriban en unas políticas públicas más amplias. Baste mencionar algunos resultados concretos: apoyo a la reforma del sistema de información sobre el empleo en Colombia, para adecuar mejor la oferta y la demanda en el mercado laboral; contribución a la aprobación de una nueva ley para discapacitados en Honduras, y ayuda para la aplicación de una nueva política educativa en Brasil. El programa ha impulsado muchas iniciativas regionales en América Latina, en ámbitos tan diversos como la administración fiscal, el desarrollo regional, la justicia y el diálogo económico y social.
Cooperación regional con América Latina
Se han determinado varios ámbitos estratégicos prioritarios para la cooperación regional de la UE con América Latina, previa consulta a los países interesados. Cabe citar los ámbitos siguientes:
— un crecimiento económico integrador y sostenible, que aborde las deficiencias estructurales, la desigualdad económica profunda y la confianza excesiva en la extracción de recursos naturales;
— la conciliación de la sostenibilidad ambiental con el desarrollo constante en una región muy expuesta al cambio climático y a las catástrofes naturales;
— el refuerzo de las capacidades (por ejemplo, la oferta de formación y la puesta en común de conocimientos técnicos) de las instituciones estatales responsables de la seguridad y del respeto del Estado de Derecho, a fin de mejorar los derechos humanos y la igualdad de género, fomentar la confianza de los ciudadanos y reforzar el contrato social necesario para el éxito del desarrollo;
— mejoras en la gobernanza, la responsabilidad, la recaudación de impuestos y el gasto, a fin de luchar contra la desigualdad, incrementar la cohesión social y responder a la demanda social creciente de servicios públicos de calidad.