Las aguas subterráneas representan el 99% del agua dulce líquida de la Tierra. Sin embargo, este recurso natural es a menudo mal comprendido y, en consecuencia, infravalorado, mal gestionado e incluso abusado
Según la última edición del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, publicado por la UNESCO, el enorme potencial de las aguas subterráneas y la necesidad de gestionarlas de forma sostenible no pueden seguir siendo ignorados.
Hoy, la UNESCO, en nombre de ONU-Agua, presenta la última edición del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, titulada «Aguas subterráneas: Hacer visible el recurso invisible» en la ceremonia de apertura del 9º Foro Mundial del Agua que se celebra en Dakar, Senegal. Los autores hacen un llamamiento a los Estados para que se comprometan a desarrollar políticas adecuadas y eficaces de gestión y gobernanza de las aguas subterráneas con el fin de hacer frente a las crisis actuales y futuras del agua en todo el mundo.
Las aguas subterráneas proporcionan actualmente la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial, incluyendo el agua potable para la gran mayoría de la población rural que no recibe el agua a través de sistemas de suministro públicos o privados, y alrededor del 25% de toda el agua utilizada para el riego.
A nivel mundial, se prevé que el uso del agua crezca aproximadamente un 1% al año durante los próximos 30 años. Se prevé que nuestra dependencia general de las aguas subterráneas aumente a medida que la disponibilidad de las aguas superficiales se vea cada vez más limitada debido al cambio climático.
«Cada vez hay más recursos hídricos contaminados, sobreexplotados y secados por el ser humano, a veces con consecuencias irreversibles. Utilizar de manera más inteligente el potencial de los recursos hídricos subterráneos, aún poco explotados, y protegerlos de la contaminación y la sobreexplotación, es esencial para satisfacer las necesidades fundamentales de una población mundial en constante aumento y para hacer frente a las crisis climática y energética mundiales», afirma la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay.
«Mejorar la forma en que utilizamos y gestionamos las aguas subterráneas es una prioridad urgente si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Los responsables de la toma de decisiones deben empezar a tener plenamente en cuenta las formas vitales en que las aguas subterráneas pueden ayudar a garantizar la resiliencia de la vida y las actividades humanas en un futuro en el que el clima es cada vez más impredecible», añade Gilbert F. Houngbo, presidente de ONU-Agua y presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Enormes beneficios y oportunidades sociales, económicas y medioambientales
La calidad de las aguas subterráneas es generalmente buena, lo que significa que pueden utilizarse de forma segura y asequible, sin necesidad de niveles avanzados de tratamiento. Las aguas subterráneas suelen ser la forma más rentable de proporcionar un suministro seguro de agua a las aldeas rurales.
Algunas regiones, como el África sahariana y Oriente Medio, por ejemplo, poseen cantidades importantes de aguas subterráneas no renovables que pueden extraerse para mantener la seguridad hídrica. Sin embargo, no hay que pasar por alto la consideración de las generaciones futuras y de los aspectos económicos, financieros y medioambientales del deterioro del almacenamiento.
En el África subsahariana, las oportunidades que ofrecen los grandes acuíferos siguen estando en gran medida infraexplotadas. Sólo el 3% de las tierras de cultivo están equipadas para el riego – en comparación con el 59% y el 57%, respectivamente, en América del Norte y el sur de Asia – y sólo el 5% de esa superficie utiliza aguas subterráneas.
Como señala el informe, este escaso uso no se debe a la falta de aguas subterráneas renovables (que suelen ser abundantes), sino a la falta de inversiones en infraestructuras, instituciones, profesionales formados y conocimiento del recurso. El desarrollo de las aguas subterráneas podría actuar como catalizador del crecimiento económico al aumentar la extensión de las zonas de regadío y, por tanto, mejorar el rendimiento agrícola y la diversidad de los cultivos.
En cuanto a la adaptación al cambio climático, la capacidad de los sistemas acuíferos para almacenar excedentes de agua superficial estacionales o episódicos puede aprovecharse para mejorar la disponibilidad de agua dulce durante todo el año, ya que los acuíferos sufren pérdidas por evaporación sustancialmente menores que los embalses superficiales. Por ejemplo, incluir el almacenamiento y la extracción de aguas subterráneas como parte de la planificación del suministro de agua urbana añadiría seguridad y flexibilidad en casos de variación estacional.
Aprovechar todo el potencial de las aguas subterráneas: ¿qué hay que hacer?
1. Recoger datos
El informe plantea la cuestión de la falta de datos sobre las aguas subterráneas y subraya que su control suele ser un «área descuidada». Para mejorar esto, la adquisición de datos e información, que suele ser responsabilidad de las agencias nacionales (y locales) de aguas subterráneas, podría ser complementada por el sector privado. En particular, las industrias del petróleo, el gas y la minería ya poseen una gran cantidad de datos, información y conocimientos sobre la composición de los dominios más profundos del subsuelo, incluidos los acuíferos. Como cuestión de responsabilidad social corporativa, se anima a las empresas privadas a compartir estos datos e información con los profesionales del sector público.
2. Reforzar la normativa medioambiental
Dado que la contaminación de las aguas subterráneas es prácticamente irreversible, debe evitarse. Sin embargo, la aplicación de la normativa y el enjuiciamiento de los contaminadores suelen ser un reto debido a la naturaleza invisible de las aguas subterráneas. La prevención de la contaminación de las aguas subterráneas requiere un uso adecuado del suelo y una normativa medioambiental apropiada, especialmente en las zonas de recarga de los acuíferos. Es imperativo que los gobiernos asuman su papel de custodios del recurso, teniendo en cuenta los aspectos de bien común de las aguas subterráneas, para garantizar que el acceso a las aguas subterráneas -y los beneficios de las mismas- se distribuyan equitativamente y que el recurso siga estando disponible para las generaciones futuras.
3. Reforzar los recursos humanos, materiales y financieros
En muchos países, la falta generalizada de profesionales en materia de aguas subterráneas entre el personal de las instituciones y del gobierno local y nacional, así como la insuficiencia de mandatos, financiación y apoyo de los departamentos o agencias de aguas subterráneas, obstaculizan la gestión eficaz de las aguas subterráneas. Es crucial que los gobiernos se comprometan a crear, apoyar y mantener la capacidad institucional relacionada con las aguas subterráneas es crucial.
Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay con motivo del Día Mundial del Agua el 22 de marzo
En el ciclo hidrológico mundial, las aguas subterráneas son indispensables, aunque a menudo no se les concede importancia. Este tesoro oculto, que se acumula bajo nuestros pies, representa alrededor del 99 % de toda el agua dulce líquida de la Tierra. No solo es esencial para toda forma de vida, sino que además presta valiosos servicios ecosistémicos.
De hecho, las aguas subterráneas representan actualmente el 49 % de toda el agua utilizada para fines domésticos y cerca del 25 % de toda el agua utilizada para el riego. Casi el 50 % de la población urbana del mundo depende de fuentes de aguas subterráneas. Los acuíferos también están conectados a los ríos, lagos y humedales.
A medida que el planeta se adapte al cambio climático y al crecimiento demográfico, las aguas subterráneas desempeñarán una función esencial para satisfacer la creciente demanda de alimentos y agua potable. Sin embargo, este recurso esencial se enfrenta a graves riesgos, como una protección inadecuada y una contaminación a veces irreversible.
Por todas estas razones, con motivo del Día Mundial del Agua 2022, la UNESCO celebra este recurso esencial, porque proteger y gestionar mejor las aguas subterráneas es nuestra responsabilidad colectiva y redunda en nuestro interés común.
La UNESCO lleva mucho tiempo trabajando para alcanzar ese objetivo, en particular mediante la educación, el fortalecimiento de capacidades y la recopilación de datos. Con nuestra Familia del Agua hemos adquirido una amplia experiencia en la formación de personas y en la creación de una sólida base de conocimientos para una adopción de decisiones eficaz y sostenible en el ámbito de las aguas subterráneas.
Apoyamos a los países en la educación relativa al agua y el desarrollo de capacidades para mejorar la gestión de los recursos hídricos —no solo mediante el Programa Hidrológico Intergubernamental y el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, sino también por conducto de nuestras instituciones científicas colaboradoras, en particular los centros de categoría 2 de la UNESCO y las cátedras universitarias en el ámbito el agua.
Y este año, con la última edición del Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos, que se publica con motivo del Día Mundial del Agua, centramos la atención en las aguas subterráneas, subrayando sus funciones, ventajas, retos y oportunidades.
En un mundo con una demanda en constante aumento, en el que los recursos de aguas superficiales son cada vez más escasos y están sometidos a una presión cada vez mayor, el valor de las aguas subterráneas debe ser reconocido por todos, y la UNESCO está plenamente comprometida con este objetivo.