Persisten problemas como el exceso de nutrientes, el ruido subacuático, la basura de plásticos y otros tipos de contaminación, además de la sobrepesca
La Comisión Europea ha adoptado un informe relativo a la Directiva Marco sobre la estrategia marina, el cual revela que, si bien la normativa de la Unión Europea (UE) en materia de protección del medio marino es una de las más amplias y ambiciosas de todo el mundo.
El informe «Mensajes marinos II» de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que también se ha publicado, refuerza este mensaje.
Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Pesca y Océanos, ha declarado: «Este informe y los «Mensajes marinos» de la AEMA que lo acompañan confirman la necesidad de hacer más por proteger nuestros mares y océanos. Hemos avanzado, por ejemplo, en el ámbito de la pesca sostenible, pero son necesarios nuevos esfuerzos y poner coto a la contaminación irresponsable de nuestros mares. Lamento que los Estados miembros de la UE no vayan a alcanzar para 2020 el buen estado medioambiental de todas sus aguas marinas a que estaban obligados y que en varias regiones marítimas hagan falta esfuerzos considerables. La Comisión iniciará una revisión de la Directiva Marco sobre la estrategia marina para ver lo que ha funcionado y lo que no lo ha hecho, y resolver las deficiencias detectadas. La protección de nuestros mares y océanos forma parte integrante del Pacto Verde Europeo, y es la condición previa para que nuestros pescadores nos suministren también en el futuro productos pesqueros saludables y sostenibles, por lo que merecen nuestra atención permanente en todos los ámbitos políticos».
Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente, ha añadido: «Nuestros mares y ecosistemas marinos están sufriendo a consecuencia de años de grave sobrexplotación y abandono. Podríamos alcanzar pronto un punto de no retorno, pero, como afirma nuestro informe, aún tenemos la oportunidad de restaurar nuestros ecosistemas marinos si actuamos de forma decisiva y coherente y alcanzamos un equilibrio sostenible entre el modo en que utilizamos los mares y nuestro impacto en el medio marino. A este respecto, la nueva Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030 y otros elementos del Pacto Verde Europeo deben orientar la actuación urgente y coherente de protección y restauración en curso».
El informe de la DMEM presenta una imagen contrastada de la situación de los mares de Europa. Casi la mitad de las aguas costeras de Europa está sometida a una fuerte eutrofización. Aunque las normas de la UE que regulan los productos químicos han tenido como consecuencia la reducción de contaminantes, ha aumentado la acumulación de plásticos y residuos químicos en la mayoría de las especies marinas.
Gracias a la política pesquera común de la UE, casi todos los desembarques en el Atlántico Nororiental proceden de poblaciones sanas, pero no ocurre así en el Mediterráneo, donde son necesarios más esfuerzos.
El informe «Mensajes marinos II» de la AEMA, que contribuye al análisis de la Comisión, pone de manifiesto que el uso tradicional y presente de nuestros mares está pasando factura en forma de cambios en la composición de las especies y hábitats marinos, y en la composición física y química de los mares.
Sugiere también soluciones que pueden ayudar a la UE a alcanzar su objetivo de unos mares limpios, sanos y productivos, principalmente mediante una gestión basada en los ecosistemas. Añade que existen signos de recuperación de los ecosistemas marinos en algunas zonas como consecuencia de esfuerzos considerables, que a menudo han llevado décadas, encaminados a reducir determinados efectos, como los causados por los contaminantes, la eutrofización y la sobrepesca.
Contexto
La Directiva Marco sobre la estrategia marina ha impulsado una mejor comprensión de las presiones y los efectos de las actividades humanas en el mar, y sus consecuencias en la biodiversidad marina, sus hábitats y los ecosistemas que sustentan.
Los conocimientos adquiridos gracias a la aplicación de dicha Directiva han impulsado, por ejemplo, la adopción de la Directiva sobre los plásticos de un solo uso.
También han dado lugar a una mayor cooperación entre los Estados miembros litorales de las cuatro regiones marítimas europeas, así como en todas las regiones marinas. Como consecuencia de ello, los Estados no pertenecientes a la UE también tienen el objetivo de alcanzar un buen estado ecológico o su equivalente.
La Directiva exige que los Estados miembros establezcan estrategias regionales coordinadas para conseguir unos mares limpios, sanos y productivos. Este objetivo general, denominado «buen estado medioambiental», se determina en relación con varios de los llamados «descriptores» (por ejemplo, biodiversidad, pesca, eutrofización, contaminantes, basura, ruido subacuático). Se trata de un acto legislativo clave que protege y preserva la biodiversidad marina y sus hábitats, por lo que es un instrumento importante para aplicar las estrategias sobre biodiversidad para 2030 y «De la granja a la mesa» y contribuye en gran medida a que se alcance el objetivo de acabar por completo con la contaminación en el mar. También está estrechamente relacionado con las próximas estrategias en materia de productos químicos y de transporte inteligente y sostenible.
La Directiva Marco sobre la estrategia marina debe revisarse a mediados de 2023 y, en caso necesario, se propondrán modificaciones. La revisión seguirá analizando los logros y los retos de la protección del medio ambiente de los mares europeos, de conformidad con el programa «Legislar mejor» de la Comisión, y se llevará a cabo paralelamente a una revisión de la política pesquera común.