La intervención que se realiza actualmente, se centra en cuatro tramos de la muralla interior conocida como zirí: la torre de las Tres caras, la puerta de Hernán Román, torres y restos de lienzos situados en la plaza del Cementerio de San Nicolás, y entre la calle Horno de San Agustín y el convento de las Madres Agustinas de Santo Tomás de Villanueva
El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, ha anunciado en Granada una nueva restauración enmarcada en el proyecto que está realizando el Ministerio en la Muralla del Albaicín. Esta nueva actuación supondrá una inversión del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), de 997.000 euros y se llevará a cabo en el Carmen de la Muralla, centrándose en una zona comprendida en el tramo enmarcado por dos puertas emblemáticas de la muralla zirí: la puerta Monaita y el Arco de las Pesas.
La nueva intervención se iniciará con una primera fase, cuyo proyecto se encuentra actualmente en estudio, que afecta al tramo inmediato a la Torre de las Tres Caras. Para esa misma parcela existe la previsión de poner en marcha un proyecto de acondicionamiento del entorno y protección de los restos arqueológicos por parte de la Junta de Andalucía, así como una actuación de acondicionamiento urbano por parte del Ayuntamiento de Granada.
El objetivo último de este programa de actuación en las murallas de Granada es la preservación material de un extraordinario conjunto fortificado y de garantizar el disfrute público de uno de los conjuntos amurallados más singulares de España.
Igualmente el secretario de Estado de Cultura ha anunciado que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte está proyectando la musealización de las murallas del Albaicín, desde la puerta de las Tres Caras hasta la puerta Monaita, para que se puedan recorrer y visitar en prácticamente su totalidad.
Continúa la restauración en cuatro tramos
Acompañado por el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, el delegado Territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Guillermo Quero, el subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes y el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, el secretario de Estado de Cultura ha podido conocer el detalle de los trabajos de restauración que el Instituto de Patrimonio Cultural de España está realizando en cuatro tramos en la muralla del Albaicín. Estos trabajos cuentan con una inversión superior a los 1,4 millones de euros.
Esta intervención, iniciada en diciembre de 2016, se centra en la muralla interior conocida como zirí, concretamente en la torre de las Tres caras, la puerta de Hernán Román, torres y restos de lienzos situados en la plaza del Cementerio de San Nicolás, y entre la calle Horno de San Agustín y el convento de las Madres Agustinas de Santo Tomás de Villanueva. Está previsto que las obras finalicen en junio del presente año.
Obras realizadas de acuerdo con el Plan Director de las Murallas del Albaicín elaborado por el IPCE
Todos los tramos en los que actualmente se está trabajando presentan patologías comunes tales como: entornos degradados por falta de mantenimiento, proliferación de plantas invasoras sobre las estructuras defensivas y su entorno; suciedad generalizada, deterioro de tapiales en distinto grado; distorsión de la fisonomía original de las estructuras defensivas por invasión de nuevas construcciones, por la pérdida de porciones de muralla o por el cambio de los niveles originales de suelo; problemas de discontinuidad de niveles de las estructuras, problemas de socavamiento de la cimentación; presencia de parches en los muros -fruto de reparaciones y actuaciones de restauración de diferentes momentos históricos-; deterioro de coronaciones y problemas de humedad de capilaridad y por filtración.
El conjunto de las obras de restauración y consolidación de las murallas del Albaicín responde a lo previsto en el Plan Director que el IPCE elaboró en 2013. Se continúa de esta forma con la labor de recuperación del recinto fortificado que ya fue objeto de actuaciones previas por parte del Ministerio, como las obras realizadas en Plaza Larga en 2011, o las acometidas en el tramo del callejón de San Cecilio entre 2012 y 2013, ambas con una inversión total de 445.729,27 euros.
El proyecto de restauración en curso contempla, entre otros aspectos: la consolidación de las estructuras, incluyendo la limpieza, restauración, refuerzo, consolidación, reintegración de masas y superficies parcialmente perdidas del tapial; el tratamiento de los refuerzos de sillares de las fábricas originales; la protección de coronaciones de muros y torres; la retirada de elementos y adosamientos extraños a la muralla; el tratamiento contra la proliferación de especies vegetales invasoras; la recomposición de geometrías volumétricas perdidas y los tratamientos de estabilización estructural y contra la penetración de agua y humedad.
Intervención arqueológica
Durante los trabajos de restauración se está llevando a cabo una intervención arqueológica, en base a la cual se han descubierto importantes tramos de muralla de época protohistórica, romana y medieval que permiten hacer una lectura del proceso evolutivo de las defensas y de la zona desde el punto de vista urbanístico e histórico-arqueológico.
Dichos restos se localizan en el solar de la puerta de Hernán Román y en otro adyacente ubicado hacia el este. El aspecto actual de esta puerta dista mucho del original por los avatares históricos que ha sufrido y en especial por la inclusión en su interior de la ermita de San Cecilio a partir del siglo XVIII.
La intervención arqueológica está permitiendo saber cómo funcionó esta puerta en época medieval y su articulación con los distintos trazados de muralla, tanto los anteriormente conocidos como los nuevos hallados.
El estudio del origen de la muralla en este sector parece indicar que se construyó una imponente estructura en época íbera (s.VII-I a.C). Fue objeto de modificaciones en época romana, período del que se conservan también importantes restos. Posteriormente, en la época medieval, se documenta la compleja secuencia evolutiva desde el período zirí (s.XI), cuando se construyó la puerta y nuevas murallas, pasando por las reformas almorávides y almohades (ss. XII-XIII), hasta las modificaciones el nazaríes (s.XIII-XV).
Entre los elementos monumentales cabe destacar la erección de una puerta de acceso a la Alcazaba que se constituye como un gran ejemplo de este tipo de arquitectura en época taifa. En el período nazarí se denominó puerta del Castro (BabQastar) para, en el siglo XVI, llamarse portillo de San Nicolás o puerta de Hernán Román. A partir de 1752 se erigió en su interior la ermita de San Cecilio.