La UNESCO realiza la Semana de Acción Mundial para la Educación con una mesa redonda especial en la que se examinarán las oportunidades y los problemas relativos a la financiación de la nueva Agenda 2030 para la Educación
La Semana de Acción Mundial para la Educación (GAWE, por sus siglas en inglés), es un evento internacional que celebra cada año la Campaña Mundial para la Educación (GCE) con el fin de sensibilizar acerca de la importancia de la educación para todos. Este año el evento tendrá por tema la financiación de la educación, bajo el lema Financiar el futuro.
La mesa redonda, titulada Financing for SDG4-Education 2030: Leaving no one behind – what will it take to narrow inequity gaps? [Financiar el ODS4 de Educación 2030: No dejar a nadie atrás – ¿Qué se necesitaría para reducir las brechas de la desigualdad?] se realizó en colaboración con la GCE, tuvo lugar en la Sede de la UNESCO en París, el 25 de abril, y en ella se examinaron las oportunidades y los problemas que presenta la financiación de la nueva agenda, con especial atención a los grupos de población marginados.
En un mensaje para la inauguración de la GAW, la Directora General de la UNESCO, la Sra. Irina Bokova, afirmó: “El fracaso en lograr las inversiones adecuadas en materia de educación pone en peligro el cumplimiento de toda la agenda mundial”.
En el marco de la Agenda 2030 para la Educación, los gobiernos se han comprometido a proporcionar un ciclo completo de enseñanza primaria y secundaria gratuito, equitativo y de gran calidad. Pero sin una financiación adicional de 39.000 millones de dólares estadounidenses cada año, los países pobres afrontarán graves problemas para alcanzar ese objetivo.
A la vista del déficit de financiación, se insta a los gobiernos a que se dediquen a la educación del 15 al 20 por ciento del presupuesto (del 4 al 6 por ciento del PIB) y a los donantes se les pide que aumenten su apoyo, que desde 2010 se ha ido rezagando.
Asignar la financiación a donde más se necesita
Son numerosos los países que ya gastan los porcentajes recomendados y, sin embargo, tienen dificultades para cubrir las necesidades educativas básicas. Según los datos del Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), Etiopía asigna a la educación el 27 por ciento de su presupuesto total; de esa cifra, el 6 por ciento se destina a la enseñanza elemental, pero esto apenas representa 76 dólares al año por cada alumno de primaria. Mientras, dos millones de niños, entre las edades de 6 y 11 años, permanecen sin escolarizar en el país, es decir, el 13,5 por ciento de la población en edad de cursar estudios primarios.
Los datos del IEU indican que las familias sufragan entre la cuarta parte y la mitad del costo total de instruir a un niño, lo que incluye la matrícula, los uniformes y otras tasas. Por ejemplo, en Benin, por cada 100 dólares que el gobierno destina a la enseñanza primaria, las familias pagan unos 70.
El costo de la educación es una de las múltiples razones por las que 124 millones de niños y jóvenes adolescentes (aproximadamente entre las edades de 6 y 15 años) permanecen sin escolarizar.
Mejores datos para ayudar a los países en la elaboración de planes y políticas
Para esclarecer la asignación de ayuda a la labor educativa, el IEU ha elaborado un conjunto de mapas interactivos que ofrecen datos comparativos sobre la ayuda a la enseñanza básica, a partir del Sistema de Notificación de los Países Acreedores del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, con datos del IEU sobre niños sin escolarizar. Estos documentos muestran que la asistencia no llega necesariamente a los países que tienen los mayores índices de niños sin escolarizar.
Por ejemplo, Malí, donde el 36 por ciento de los niños en edad de cursar la enseñanza primaria se encontraba sin escolarizar en 2012, recibió unos 40 millones de dólares estadounidenses por concepto de ayuda a la educación básica entre 2012 y 2013. Mientras tanto su vecino Níger, con el 37 por ciento de niños sin escolarizar, recibió un total de 26 millones. Y Sudán, que se encontraba en medio de un conflicto y tenía el 46 por ciento de los niños sin escolarizar, recibió unos 7 millones.
La escasez de datos sobre la financiación de la educación y los múltiples orígenes de los fondos dificultan la visión de conjunto. Por ese motivo, el IEU en colaboración con el IIPE elabora actualmente un conjunto de herramientas metodológicas, en el marco de la iniciativa National Education Accounts [Cuentas nacionales de educación], con el fin de ayudar a los países a mejorar la calidad de sus estadísticas y a centrarlas más en sus planes y políticas.