Las cifras de consumo de pescado siguen batiendo récords y la agencia de la ONU que vela por nuestros alimentos asegura que continuará esa tendencia hasta el 2030 por lo menos
Pero, además, de albergar el pescado que nos garantiza el alimento, los océanos generan el 50% del oxígeno del planeta. En el Día Mundial para concienciar sobre su importancia, el titular de las Naciones Unidas pide repensar nuestra relación con ellos tras la pandemia de coronavirus.
informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que prevé que esa tendencia seguirá aumentando durante la próxima década. Para mantenerla será clave el desarrollo sostenible de la acuicultura y la ordenación eficaz de la pesca.
El lanzamiento del estudio coincidió con la celebración del Día Mundial de los Océanos e indica que la producción total de pescado crecerá hasta los 204 millones de toneladas en 2030, un aumento del 15% en relación con el año 2018,. Este crecimiento es cerca de la mitad del aumento registrado en la pasada década, y se traduce en un consumo anual de pescado que podría alcanzar los 21,5 kg per cápita en 2030.
«El pescado y los productos pesqueros no sólo están considerados entre los alimentos más saludables del planeta, sino también entre aquellos con menor impacto en el medio ambiente natural», aseguró el director general de la Organización, QU Dongyu, que, a su vez, destacó «que hay que darles un papel más destacado en las estrategias» de alimentación y nutrición a todos los niveles.
Dongyu recordó también que el informe aporta cada vez más evidencias de que, si bien una ordenación eficaz de la pesca permite reforzar o recomponer las poblaciones de peces, el hecho de no implementar estas medidas pone en peligro su contribución a la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia.
Según el estudio alrededor del 34,2% de las poblaciones de peces se pescan actualmente a niveles más allá de la sostenibilidad biológica, un porcentaje demasiado elevado y que no mejora a nivel mundial, aunque el 78,7% de todo el pescado desembarcado procede de poblaciones biológicamente sostenibles.
Los océanos son vitales para la vida terrestre
Siguiendo en clave de sostenibilidad ecológica, el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas recordó en su mensaje por el Día Mundial de los Océanos que la vida submarina es esencial para la vida terrestre.
«El océano genera la mitad del oxígeno que respiramos. Como uno de los principales depósitos de calor y carbono, el océano desempeña un papel fundamental en la mitigación del cambio climático. El océano también proporciona alimentos a miles de millones de personas en todo el mundo», manifestó Tijjani Muhammad-Bande.
No obstante, advirtió que el uso «indebido e insostenible de los océanos, el cambio climático y la contaminación amenazan la capacidad de nuestros océanos para abastecernos a todos».
Muhammad-Bande recordó que al iniciarse la Década de Acción para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible debemos focalizarnos en la naturaleza. Asimismo, recordó que durante este año vencen cuatro metas del Objetivo número 14 relacionado con la vida submarina y que hemos de aprovechar el potencial que augura la economía azul y verde.
«Las inversiones estratégicas pueden generar 100 millones de puestos de trabajo para 2050, facilitando los esfuerzos críticos de recuperación mundial tras la pandemia de coronavirus», explicó.
La COVID-19 es un reto para reparar nuestra relación con la naturaleza
Precisamente, la aparición del COVID-19 representa, según el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, «un claro recordatorio de cuán íntimamente conectados estamos (…) unos con otros y con la naturaleza».
António Guterres recordó que la eliminación de la pandemia del coronavirus representa «una oportunidad única» y la responsabilidad de reparar nuestra relación con la naturaleza, entre ella con los mares y los océanos del planeta.
«Hoy en día, el nivel del mar está subiendo impulsado por el cambio climático y amenaza las vidas y los medios de subsistencia de las naciones de baja altitud y las ciudades y comunidades costeras de todo el mundo. La acidez de los océanos está aumentando y pone en peligro la biodiversidad marina y las cadenas alimentarias esenciales. Y la contaminación por residuos plásticos está en todas partes», describió.
Por todo ello, señaló que la edición de este año del Día Mundial de los Océanos hace hincapié en la innovación para un océano sostenible.
Al mismo tiempo, destacó que el próximo Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible servirá como impulso y presentará un marco de acción común e instó a los Gobiernos y partes interesadas a comprometerse «con la conservación y la sostenibilidad de los océanos mediante la innovación y la ciencia»
¿Cómo afecta la pandemia de COVID-19 a la pesca?
La aparición del coronavirus habría provocado que la actividad pesquera mundial disminuyese alrededor de un 6,5% como resultado de las restricciones y la escasez de mano de obra resultante de la emergencia sanitaria.
Además, destaca que la suspensión del transporte internacional ha afectado mayoritariamente a la exportación de productos acuícolas, «mientras que el fuerte descenso del turismo y el cierre de restaurantes han perjudicado de forma drástica a los canales de distribución de muchos tipos de pescado, aunque las ventas al por menor se han mantenido estables o han aumentado en el caso del pescado congelado, enlatado, marinado y ahumado con mayor capacidad de conservación».
Así, más del 90% de los pescadores minoristas de algunas zonas del Mediterráneo y del Mar Negro tuvieron que dejar de pescar ya que no podían vender sus capturas, una situación a menudo agravada por la caída de los precios.
El informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura estima que durante 2018 la producción mundial de pescado alcanzó los 179 millones de toneladas, con un valor de primera venta de 401.000 millones de dólares.
China fue el mayor productor mundial, gracias a una industria acuícola muy desarrollada.
Según las previsiones del informe, la acuicultura continuará en fase de expansión, aunque más lenta, y el pescado de piscifactoría tendrá una creciente participación creciente en el consumo y el comercio durante la próxima década.
«La especie más capturada en el mar fue la anchoveta -impulsada por un fuerte repunte de la producción en Perú y Chile-, seguida del abadejo y el atún listado. La pesca de captura terrestre -una importante fuente de alimentos en muchos países con limitaciones alimentarias- alcanzó el nivel más alto jamás registrado, con 12 millones de toneladas», destaca el estudio.
Datos clave del informe:
• Producción pesquera global total en 2018: 179 millones de toneladas
• Cuota de la pesca de captura marina: 84,4 millones de toneladas
• Cuota de la pesca de captura de agua dulce: 12,0 millones de toneladas, un récord
• Cuota de la acuicultura: 82,1 millones de toneladas, un nuevo máximo histórico
• Cantidad de producción destinada al consumo humano: 156 millones de toneladas
• Valor de primera venta de toda la producción pesquera y acuícola en 2018: 401.000 millones de dólares
• Procedente de la acuicultura: 250.000 millones de dólares
• Personas empleadas en el sector primario de la pesca y la acuicultura: 59,5 millones
• Porcentaje de mujeres: 14%
• Región con más pescadores y piscicultores: Asia (85% del total)
• Número de buques pesqueros en el mundo: 4,56 millones
• Mayor flota por región: Asia (3,1 millones de buques, el 68% del total mundial)
• Porcentaje de embarcaciones motorizadas con menos de 12 metros de eslora: 82%
• Porcentaje de producción pesquera objeto del comercio internacional: 38%
• Valor de exportaciones de la producción pesquera: 164 000 millones de dólares
• Mayor país productor y exportador de pescado del mundo: China
• Regiones exportadoras netas de pescado: Oceanía, América Latina y el Caribe, países en desarrollo de Asia
• África es un importador neto en términos de volumen, pero exportador neto en términos de valor
• Pesquerías menos sostenibles: Mediterráneo y Mar Negro (62,5% de las poblaciones sobreexplotadas), Pacífico sudoriental (54,5%), Atlántico sudoccidental (53,3%)
• Cuencas fluviales con la mayor parte de producción pesquera de captura en tierra firme: las del Mekong, el Nilo, el Ayeyarwady y el Yangtsé