La UNESCO acoge un diálogo mundial sobre la repercusión del cambio climático y los desplazamientos en el derecho a la educación
El derecho a la educación es un derecho humano fundamental, garantizado y protegido para todos mediante diversos instrumentos internacionales que establecen obligaciones jurídicas que los gobiernos nacionales deben cumplir.
Sin embargo, estas normas jurídicas fueron elaboradas hace más de 60 años, mucho antes de que el cambio climático y la movilidad de las personas por motivos climáticos, se convirtieran en la nueva norma a escala mundial.
Durante los debates que tuvieron lugar en el webinario “Las repercusiones del cambio climático y el desplazamiento en el derecho a la educación”, organizado por la UNESCO el 24 de mayo de 2022, quedó claro que el cambio climático y el desplazamiento por motivos climáticos constituyen una amenaza, a la vez directa e indirecta para el derecho a la educación en todo el mundo.
El evento se inauguró tras las intervenciones de Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación, y de Borhene Chakroun, director de la División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, quienes subrayaron que, mientras se elabora el marco sobre la evolución del derecho a la educación, las personas afectadas y desplazadas por el cambio climático figuran entre las más vulnerables, y su protección a escala nacional e internacional es fundamental para que la comunidad internacional logre la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y no permita que nadie quede rezagado.
Antes de abordar los obstáculos específicos planteados por el cambio climático en el ámbito de la educación, Christelle Cazabat, del Observatorio del Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), recordó la omnipresencia y complejidad de los desplazamientos forzados y la movilidad humana por motivos climáticos actualmente.
A continuación, Kehkashan Basu, de la Fundación Green Hope, recordó que los desplazados climáticos no son considerados como refugiados por el derecho internacional, algo que debe cambiar con urgencia.
Por último, Mathilde Tréguier, del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), analizó cómo el cambio climático y los desplazamientos climáticos afectan de manera directa e indirecta el derecho a la educación. A diferencia de los desplazados por conflictos o desastres no climáticos, las personas desplazadas por motivos climáticos que evolucionan lentamente ven cómo el lugar en donde viven se convierte en inhabitable algo que les impide continuar su educación allí.
Aunque los refugiados suelen ser también desplazados permanentes, gozan de protecciones garantizadas por el derecho internacional, mientras que los desplazados climáticos tienen vulnerabilidades específicas y agravadas que deben abordarse, pero no gozan de la misma protección que los refugiados en cuanto al derecho internacional.
Las intervenciones generales permitieron preparar el panel en que ocho expertos nacionales e internacionales de África, Asia, el Caribe, el Pacífico y el sur de Europa respondieron a cuatro preguntas temáticas de forma interactiva.
Los debates, muy ricos y detallados, permitieron sacar a la luz algunos puntos de interés y acuerdos comunes:
- Tanto el cambio climático como los desplazamientos climáticos afectan al derecho a la educación de diversas maneras, pero sobre todo a los que ya son más vulnerables y tienen menos capacidad de adaptación.
- Los desplazados climáticos siguen siendo políticamente invisibles para las leyes y las políticas de la mayoría de los países. El derecho a la educación podría aplicarse mejor a los desplazados climáticos si fueran un grupo claramente definido y que gozara de protección legal;
- Es urgente ajustar las políticas de reducción del riesgo de catástrofes, las políticas migratorias y las políticas educativas para garantizar un enfoque participativo e intersectorial;
- Aunque es probable que los desastres climáticos continúen, el desplazamiento climático no es un fenómeno inevitable. Puede prevenirse, o al menos limitarse, y por ello los obstáculos al derecho a la educación, en la medida en que se apliquen de manera efectiva las políticas gubernamentales.
Los resultados emanados de este diálogo interactivo -en el que participaron unos 100 colaboradores que interactuaron de manera entusiasta con el auditorio- constituirán la base para la elaboración del Informe mundial sobre las repercusiones del cambio climático y los desplazamientos en el derecho a la educación, que se publicará en 2023.