El Día Internacional de la Juventud se celebra cada 12 de agosto y tiene por objetivo situar en primer plano y ante la comunidad internacional los problemas de los jóvenes y celebrar el potencial de la juventud como socios indispensables de la construcción de nuestra sociedad mundial
El 12 de agosto fue la fecha que en 1999 la Asamblea General de la ONU designó para este día, y sirve para celebrar anualmente el papel de los jóvenes como agentes indispensables de cambio, así como también para sensibilizar a la sociedad de los desafíos y problemas que éstos deben enfrentar.
Se celebran debates temáticos y campañas de información en todo el mundo, para lograr que tanto los Estados Miembros como el público en general comprendan las necesidades de los jóvenes, implementen políticas que les ayuden a superar los desafíos que enfrentan y les alienten a formar parte de los procesos de toma de decisión.
Sobre el Programa de la Juventud
El objetivo de la UNESCO es ayudar a la emancipación de los jóvenes, ir a su encuentro y responder a sus expectativas y a sus ideas, para ayudarles a desarrollar sus capacidades a largo plazo.
¡Alcanzar este objetivo es un gran desafío!
Los jóvenes son, según la definición de las Naciones Unidas, las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años de edad. La UNESCO entiende que los jóvenes constituyen un grupo heterogéneo en constante evolución y que la experiencia de “ser joven”, varía mucho según las regiones del planeta e incluso dentro de un mismo país.
La UNESCO fomenta:
- La participación de los jóvenesen los diferentes proyectos y redes de trabajo de la UNESCO y las organizaciones asociadas para que todos y todas tengan la oportunidad de escuchar y dialogar.
- Acuerdos de colaboraciónentre la UNESCO y diversas asociaciones y redes de jóvenes, para poder preguntar e integrar sus puntos de vista y prioridades, así como para colaborar con ellos en el diseño de proyectos y programas dentro de los ámbitos de trabajo de la Organización.
- La integración de las preocupaciones y expectativas de los jóvenesen las agendas políticas de los Estados Miembros en materia de educación, ciencias, cultura y comunicación. De este modo se consiguen crear espacios de debate que multiplican las oportunidades de que los jóvenes asuman más responsabilidades, y se da más visibilidad y credibilidad a sus aportaciones.
Aprender a convivir
En nuestras sociedades cada vez más diversas, la UNESCO lleva a cabo a diario su misión humanista, que consiste en fomentar el entendimiento mutuo para construir una paz duradera.
La paz duradera es el fruto de una combinación compleja de prácticas cotidianas locales y de ciertos vínculos que los individuos y las comunidades mantienen y que representan para ellos las condiciones sostenibles para vivir juntos con dignidad y prosperidad.
Una paz duradera, no obstante, se basa en una compleja red de prácticas cotidianas integradas en contextos locales y de encuentros más efímeros que mantienen los individuos y comunidades con la convicción de que la urdimbre de ambas cosas es la base para vivir juntos con dignidad y prosperidad.
En momentos en que desafíos y amenazas tales como la desigualdad, la exclusión, la violencia o sectarismo se ven agravados por tensiones y conflictos locales y ponen en peligro la cohesión de la humanidad, aprender a vivir con los demás toma una importancia vital.
Las competencias interculturales no son innatas, sino que se adquieren por medio de la educación y la experiencia. Por eso es importante tener acceso a recursos educativos de calidad, formales o no, que permitan conseguir las aptitudes interculturales necesarias para tener éxito en el mundo complejo y heterogéneo en el que vivimos.
La UNESCO trabaja a diario, desde la Sede y en el terreno, para ayudar a los Estados Miembros y al conjunto de sus colaboradores a comprender y afrontar mejor los desafíos cada vez más complejos de nuestras sociedades. En particular a través del Programa “Gestión de las Transformaciones Sociales” y del Programa para una Cultura de Paz y no Violencia, que incluyen, entre otras cosas, iniciativas a favor de la democracia y la ciudadanía mundial, el diálogo intercultural, la educación para la paz y los derechos humanos, y la construcción de la paz.
Además, como el deporte no entiende de fronteras geográficas ni de barreras sociales, la UNESCO impulsa el desarrollo y la práctica de actividades deportivas, así como la lucha contra el dopaje, con el objetivo de favorecer la integración social en contextos políticos y culturales diferentes. Asimismo, la Organización actúa para que la educación y la sanidad no sean el privilegio de una minoría.
Favorecer la libertad de expresión
La UNESCO es el organismo de las Naciones Unidas que tiene el mandato de promover “la libre circulación de ideas por medio de la palabra y de la imagen”, por lo que fomenta la creación de medios de comunicación libres, independientes y pluralistas difundidos a través de cualquier plataforma o formato. El desarrollo de los medios favorece la libertad de expresión y contribuye al fortalecimiento de la paz, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la lucha contra la pobreza.
Por estos motivos, la Organización milita a favor de la libertad de prensa y de la seguridad de los periodistas, y apoya el periodismo independiente basado en la ética profesional y los principios de autorregulación.
Para la UNESCO, unos medios de comunicación pluralistas y diversificados permiten al público tomar decisiones basadas en información y datos fidedignos. Es por ello que hoy en día contribuimos a la puesta en marcha de medios de comunicación comunitarios y promovemos la igualdad de género en los medios. La UNESCO ha desarrollado iniciativas en el campo de la alfabetización mediática y de la información, así como en la formación de periodistas, para dotar a los individuos de autonomía en su papel tanto de productores informados como de consumidores de información.
Los proyectos de creación de medios de comunicación que se ajustan a nuestros principios pueden obtener el apoyo de nuestro Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC), que también trata de fomentar el desarrollo de medios basado en el conocimiento.
La labor de la Organización en este campo es parte de su misión en defensa de la libertad de expresión como derecho humano inalienable establecido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Transformaciones sociales
La globalización, los cambios medioambientales y las crisis económicas y financieras están causando importantes transformaciones sociales que provocan el aumento de las desigualdades, la extrema pobreza, la exclusión y la negación de los derechos fundamentales. Estos cambios hacen necesarias soluciones innovadoras que respeten valores universales como la paz, la dignidad humana, la igualdad de género, la no violencia y la no discriminación. Los actores principales de las transformaciones sociales son los jóvenes, que se ven más afectados por estos cambios.
La introducción de transformaciones sociales mediante la inclusión y la innovación social, poniendo especial atención en las personas vulnerables, desfavorecidas y excluidas, es uno de los objetivos fundamentales de las actividades de la UNESCO. El programa Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST) de la UNESCO y su Consejo Intergubernamental (CIG) son dos instrumentos únicos que permiten llevar a cabo iniciativas centradas en el aumento de las capacidades relacionadas con las transformaciones sociales, establecen vínculos entre los conocimientos en ciencias sociales, las políticas públicas y la sociedad, y aseguran su implementación.
El propósito principal del Programa MOST es suministrar los resultados de la investigación en ciencias sociales y las informaciones políticamente relevantes a los responsables de la toma de decisiones y otras partes interesadas.
MOST se centra en la producción de lazos eficientes entre la investigación, la política y la práctica, con el fin de generar una cultura de políticas basadas en pruebas empíricas –en los ámbitos nacional, regional e internacional. Como único programa de la UNESCO que realiza y fomenta la investigación en ciencias sociales, MOST tiene una posición central en la promoción general de los objetivos de la Organización.
Diálogo intercultural
El mundo está cada vez más interconectado, pero eso no significa que los individuos y las sociedades convivan de verdad, como lo demuestra el sufrimiento de millones de pobres, mujeres, jóvenes, emigrantes y minorías privados de sus derechos. En la actualidad, la información, la tecnología y el conocimiento están más disponibles que nunca, pero falta la sabiduría necesaria para prevenir los conflictos, erradicar la pobreza y ofrecer a todos la posibilidad de aprender a vivir en armonía en un mundo seguro.
En este nuevo contexto globalizado y turbulento, se debe promover un mensaje fundamental: paz no es sinónimo de ausencia de guerra, sino que significa vivir juntos respetando las diferencias de sexo, raza, lengua, religión y cultura, y difundiendo el respeto universal de la justicia y de los derechos humanos, dos principios sobre los que se basa esta convivencia. La paz no debe darse por conseguida; garantizarla es un proceso continuo, un objetivo a largo plazo que requiere un trabajo constante, mucho cuidado y una participación activa de todos los ciudadanos. Vivir en paz es el resultado de las decisiones que tomamos en las situaciones que afrontamos y de las elecciones que hacemos en nuestra vida cotidiana, que nos comprometen a entablar un diálogo sincero con otras personas y otras comunidades, independientemente de su lugar de residencia.
Es más crucial que nunca promover y difundir valores, actitudes y comportamientos que propicien el diálogo, la no violencia y el acercamiento entre culturas, de conformidad con los principios de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural:
“En nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública”. (Artículo 2 – De la diversidad cultural al pluralismo cultural)
Actualmente, la paz requiere cada vez más un compromiso activo, un liderazgo ilustrado, fuertes valores educativos, la investigación en profundidad de la innovación social y el progreso de los medios de comunicación. Cada uno de estos elementos constituye una exigencia esencial para la misión de la UNESCO. El largo compromiso de la Organización para con el desarrollo de la educación y las ciencias, el enriquecimiento de la creatividad cultural, el patrimonio y el futuro cultural, así como en pro de la elaboración de un panorama mediático mundial dinámico y orientado hacia la paz es su contribución activa, floreciente y sostenible a la paz en el mundo.
Democracia y ciudadanía mundial
En cada momento clave de la historia contemporánea, la UNESCO ha apoyado el desarrollo pacífico de las sociedades y ha contribuido, especialmente en periodos de transición, a la construcción y consolidación de la democracia, así como al desarrollo de instituciones democráticas.
Desde su creación, la Organización trata de satisfacer una aspiración de todos, en particular los jóvenes: el fomento de valores universales como la tolerancia, el pluralismo, el respeto de los derechos humanos, la libertad y el diálogo.
Además de subrayar el papel decisivo de la educación y los derechos humanos, la UNESCO centra su acción en los temas siguientes: gobernanza, instituciones democráticas, ciudadanía, libertad de expresión, representatividad y participación de los jóvenes hombres y mujeres en los procesos de toma de decisiones, así como en el desarrollo socioeconómico y cultural. La Organización es, por su naturaleza, un lugar propicio para el debate democrático y una plataforma de intercambio donde se impulsan valores democráticos como la tolerancia, el pluralismo, el respeto de los derechos humanos, la libertad y el diálogo.
La UNESCO trabaja activamente para consolidar una cultura democrática. La Organización ha asistido, por ejemplo, a los países de la región árabe poniendo el acento en el refuerzo de capacidades de los jóvenes en términos de educación cívica y derechos humanos, con el fin de animarlos a participar en el desarrollo de una comunidad gobernada por instituciones democráticas.
El objetivo de la UNESCO relativo a la educación para la ciudadanía mundial es indisociable de su compromiso para establecer instituciones democráticas y fomentar la participación activa de todos, especialmente de los jóvenes, en la toma de decisiones, los procesos de desarrollo y la promoción y protección de los derechos humanos.
El trabajo de la UNESCO en el ámbito de la paz y la educación para los derechos humanos tiene por objeto consolidar los conocimientos y reforzar la comprensión de los valores comunes, así como el desarrollo de buenas políticas y prácticas que ayuden a crear entornos de aprendizaje seguro y libre de toda discriminación y violencia.
La UNESCO trabaja con otros organismos de las Naciones Unidas y colaboradores de la sociedad civil en la promoción del Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos. El Programa defiende la integración de la educación para la paz y la prevención de conflictos tanto en las políticas nacionales de educación como en los planes de estudios, y aborda desafíos tales como el acceso a libros de texto de calidad que no contengan estereotipos, la lucha contra la intimidación y la lucha contra la violencia.
La UNESCO es líder mundial en el ámbito de la educación para perpetuar la memoria del Holocausto y prevenir los genocidios; en este sentido, la Organización brinda ayuda a las comunidades para hacer frente a sus pasados difíciles y (re)construir las estructuras democráticas compartidas.
La UNESCO milita contra la discriminación en la educación y a favor de la enseñanza del respeto por todos.
La educación de calidad inclusiva es fundamental, según el enfoque de la UNESCO, para asentar la ciudadanía y la democracia, así como para promover una educación plurilingüe.
Gracias a su red de Escuelas Asociadas, la UNESCO fomenta el intercambio de prácticas educativas innovadoras que comprometen directamente a los niños, los docentes, las escuelas y sus comunidades locales en los temas más pertinentes y urgentes del momento.
Cultura de Paz y No Violencia
La construcción de una cultura de paz y desarrollo sostenible es uno de los objetivos principales del mandato de la UNESCO. La formación y la investigación para el desarrollo sostenible están entre sus prioridades, así como la educación para los derechos humanos, las competencias en materia de relaciones pacíficas, la buena gobernanza, la memoria del Holocausto, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.
Desde 1945, la UNESCO promueve el derecho a la educación de calidad y los avances científicos aplicados al desarrollo de los conocimientos y capacidades requeridos para lograr el progreso económico y social y alcanzar la paz y el desarrollo sostenible.
La cooperación internacional se fomenta a través de programas para gestionar espacios transfronterizos tales como los sitios del patrimonio mundial, las reservas de biosfera, los geoparques y los recursos hídricos transfronterizos, además de los programas como “Agua para la Paz” o “Del conflicto potencial al potencial de cooperación” (PCCP). Las ONU designó a la UNESCO coordinadora del Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua (2013), destinado a promover una cooperación más estrecha entre los países para dar respuesta al incremento de la demanda de acceso al agua, al reparto de los recursos y a los servicios de abastecimiento.
Varios proyectos internacionales establecidos bajo los auspicios de la UNESCO tratan de impulsar la solidaridad y la paz en Oriente Medio gracias a la cooperación científica. Cabe destacar el proyecto SESAME (Centro Internacional de Radiaciones de Sincrotrón para Ciencias Experimentales y Aplicadas), que es uno de los institutos de investigación más ambiciosos de Oriente Medio, y la Organización Israelí-Palestina para la Ciencia (IPSO).
En el ámbito de la ciencia, gracias a su mandato intergubernamental y su composición universal, la UNESCO concentra sus actividades en las preocupaciones a escala mundial que requieren la colaboración de varios países, como los problemas de gestión de recursos de agua dulce, la salud de los océanos, el cambio climático, las energías renovables, la prevención de los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad, y el refuerzo de capacidades en ciencia, tecnología e innovación.
Asimismo, se considera que el conocimiento de los derechos y las libertades es una herramienta fundamental que garantiza el respeto de los derechos de todos. El Programa Mundial para la educación en Derechos Humanos guía el trabajo de la UNESCO en esta materia.
Preocupada por el avance del racismo, la xenofobia y la intolerancia, la UNESCO considera que la educación es esencial para fortalecer los fundamentos de la tolerancia y reducir la discriminación y la violencia. El 18 de enero de 2012 vio la luz el proyecto “Enseñar el respeto para todos”, una iniciativa conjunta de la UNESCO, los Estados Unidos de América y Brasil que trata de concebir un marco pedagógico para luchar contra el racismo y fomentar la tolerancia adaptable al contexto y las necesidades de cada país.
La UNESCO reconoce igualmente la necesidad de enseñar las lecciones del Holocausto para cimentar el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y valores como la tolerancia y el respeto mutuo. Se anima a los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas a elaborar programas educativos que transmitan la memoria del Holocausto a las generaciones futuras para evitar que el genocidio se repita. La UNESCO pone a disposición herramientas pedagógicas y una plataforma educativa para que los centros docentes, los profesores, los estudiantes y otras partes interesadas tengan acceso a los recursos educativos para perpetuar la memoria del Holocausto.