Estas impulsan la reflexión y el desarrollo de prácticas y experiencias que priorizan el acceso a una educación de calidad, inclusiva y con equidad, a lo largo de la vida, como un pilar central en el logro del desarrollo sostenible
Un nuevo estudio analizó 27 iniciativas de América Latina y el Caribe para conocer cómo las organizaciones de la sociedad civil contribuyen a impulsar la promoción del desarrollo sostenible a través de la educación no formal, con su apoyo a los esfuerzos que realizan los países por cumplir con la Agenda de Educación 2030.
En la región el apoyo de la sociedad civil es esencial para lograr las metas de la Agenda de Educación 2030.
Esta es la principal conclusión de Educación no formal, desarrollo sostenible y la Agenda de Educación 2030. Estudio de prácticas de la sociedad civil en América Latina y el Caribe, documento preparado por la Fundación SES de Argentina y la UNESCO, a través de su Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y su oficina en México.
El documento detalla que las organizaciones de la sociedad civil inciden en el desarrollo y monitoreo de las políticas públicas y la legislación; mejoran la articulación y convergencia intersectorial e interactoral, promoviendo la cooperación; apoyan y articulan con las comunidades educativas y organizaciones comunitarias para la innovación pedagógica y la creación de ambientes de aprendizaje seguros y sanos, generando conocimientos y herramientas desde una perspectiva de derechos, de equidad, solidaridad, sostenibilidad, paz, inclusión y justicia; y aumentan la concientización y formación para la participación ciudadana y la creación de espacios para su desarrollo a lo largo y ancho de la vida.
El estudio da cuenta de la incidencia de 27 iniciativas de organizaciones de la sociedad civil (OSC) de diversos países de la región, las que promueven acciones y programas hacia el cumplimiento de la Meta 4.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde la educación no formal. La Meta 4.7 llama a contribuir a que todas las personas adquieran conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, mediante la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial, la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
Algunas conclusiones
Las OSC inciden en políticas públicas y legislación:
Tienen una gran capacidad, por ejemplo, para la creación de nuevas normativas. Promueven espacios para que los actores locales puedan fortalecer sus capacidades de organización, gestión y comunicación, así como resolver problemáticas comunes.
Las OSC mejoran la capacidad de articulación y convergencia de esfuerzos entre distintos sectores:
Demuestran una gran habilidad para establecer lazos con distintos sectores y capacidad de construir articulaciones tripartitas (Estado, sector privado y sociedad civil). Esta articulación impacta directamente en la posibilidad de que las acciones sean sostenibles y escalables.
Las OSC generan contenidos desde una perspectiva de derechos, equidad, solidaridad, sostenibilidad, paz y justicia:
Las experiencias estudiadas muestran que las OSC generan escenarios propicios y ponen de relieve las capacidades de reflexión y de adquisición de conocimientos necesarios para comprender mejor el mundo para que estas se asocien al fortalecimiento socioemocional, lo que redunda en el fortalecimiento de trayectorias de vida y del compromiso ciudadano.
Las OSC aumentan la concientización respecto a la importancia de la participación ciudadana con impacto para la transformación de valores y conductas cotidianas:
Las organizaciones participantes en el estudio interpelan y contribuyen al fortalecimiento de las habilidades de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos como agentes de cambio. Potencian el alcance de las iniciativas, promueven el diálogo intergeneracional.
Las OSC cooperan para escalar:
El alcance y el impacto de las iniciativas, aun de las más pequeñas, cobran potencia porque las organizaciones dejan insumos y capacidad instalada para darles continuidad a partir de colectivos empoderados, nuevas legislaciones, la producción de conocimientos y prácticas y el fortalecimiento de experiencias de cooperación y construcción colaborativa, etc.
El documento además menciona desafíos que aún existen para alcanzar la meta 4.7 en América Latina y el Caribe desde la experiencia y perspectiva de las OSC, así como también plantea estrategias para abordarlos con una perspectiva de colaboración intersectorial e interinstitucional.
Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe ha dicho: Este documento es un paso importante para avanzar en el reconocimiento de las organizaciones y los grupos de la sociedad civil como actores centrales y necesarios frente a los retos de la Agenda 2030 y también para visibilizar las oportunidades que brinda de colaboración y articulación. Las prácticas implementadas por las OSC muestran la diversidad de iniciativas innovadoras que existen para garantizar el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible nº4: Garantizar una educación de calidad
Fréderic Vacheron, representante de la UNESCO en México afirmó: El informe resalta que las iniciativas de las OSC, tienen un enfoque holístico y contextualizado, que reconoce, respeta y valoriza las culturas e historias locales, y aprecian la diversidad cultural. Así, generan relaciones de confianza con las comunidades educativas y sus actores, lo que permite cambios importantes que favorecen una mayor participación de las y los estudiantes para participar activamente en la elaboración de propuestas que promuevan el desarrollo sostenible y resuelvan problemas que aquejan a sus comunidades