En esta ocasión contamos con las intervenciones de María Herrera, directora del Festival “Encuentro con los Maestros”; Cristina Cazorla, bailarina, coreógrafa y empresaria; y Manuela Herrera, directora del Conservatorio Profesional de Música Teresa Berganza
Por Juan Ignacio Vecino, director/editor de la revista digital www.patrimonioactual.com. Miembro del Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO (CID-UNESCO). Colaborador del programa Viajan D.O. de Informa Radio.
En esta ocasión se trataron los siguientes temas: la integración de la Danza en las Relaciones Internacionales y sus aportaciones al mundo de la cultura, la educación y a la sociedad, ¿es la Danza una expresión de integración, resolución de conflictos y entendimiento entre los pueblos? ¿cómo intervienen los coreógrafos, educadores, historiadores, gestores y críticos para la evolución de la Danza?
Todas estas cuestiones y más, fueron expuestas por las expertas invitadas de los distintos sectores.
El acto fue presentado por José Antonio Rupérez, presidente del Centro Riojano de Madrid (CRM).
Después de las breves presentaciones de las invitadas por parte del moderador, comenzó el Coloquio del Ciclo Periodismo y Relaciones Internacionales, con María Herrera que afirmó que en este tema de la gestión cultural ella es muy nueva ya que lleva desde el año 2017 y ha ido creciendo poco a poco. Nos hablo de las múltiples funciones con las que cuenta un gestor cultural, destacando que sacar las artes escénicas, y en concreto la música y la danza a espacios no convencionales es todo un reto y, sobre todo, llevarlo al mundo rural, en este caso al asturiano, o sacarlo a la calle, por ejemplo, en Madrid, mucho más complicado.
Lo que trata la gestora cultural es de acercar este mundo de las artes escénicas a las personas que no acuden habitualmente a los espectáculos, es decir, acercar a la ciudadanía este mundo, queriendo destacar en su intervención que le encanta el trato con los artistas y organizar el festival.
Continuó María hablando sobre los problemas de financiación y gestión, y comenta que el Festival Iberoamericano Ribadedeva en Danza, no solo trata de llegar al mundo rural, es mucho más, ya que de lo se trata, también, es de acoger a esas pequeñas compañías que necesitan espacios para que se les pueda programar sus espectáculos tanto de danza como de música.
El acceso a la financiación por parte de las distintas administraciones es muy complicado, ya que alcanzar las ayudas en la mayoría de los casos, si no son nulas, desde luego, son muy escasas y, además, cuentan con un gran problema como la falta de infraestructuras, por tanto, deben contratarlas y construirlas, siendo en muchos casos los espacios de ensayo carpas que se inundan como consecuencia de las lluvias en la zona donde operan, además de montar escenarios móviles, etc.
De manera privada como es el caso de María, los esfuerzos a los que se enfrenta son muchos ya que tienen que trasladar a los artistas, alojarles, darles manutención, pagarles el caché y muchas otras necesidades básicas del día a día, añadiendo que las instituciones deben apoyar sin fisuras el mundo de la cultura porque es un bien necesario para la sociedad poder contar con un mundo cultural de calidad. No se trata solo de formar, se trata de apoyar en todos los órdenes a los profesionales bien instruidos.
Para finalizar, nos dice con pesar que todos los días sueña con que algún día llegue un mecenas que apoye los proyectos. Además, comenta que en España hay poca cultura de mecenazgo ya que ningún gobierno termina de tirar hacía adelante con este asunto y va pasando de cajón en cajón.
Como colofón de sus intervenciones en el Coloquio les preguntamos a todas las invitadas “qué les piden a las distintas administraciones”, y María Herrera dice que más que pedir lo que quiere es que se desarrollen muchos proyectos para que desde la infancia se pueda optar a cualquier disciplina cultural, sobre todo, al de las artes escénicas.
Por su parte, Manuela Herrera inició la intervención apuntando que ella habla desde su experiencia de responsable de un conservatorio profesional de música, diciendo que sin música no hay danza, añadiendo que los grandes compositores han realizado músicas para el mundo de la danza como Stravinski, Chaikovski y muchos más, componiendo piezas para cualquier tipo de ballet.
Sugiere que desde el punto de vista de la educación de lo que se trata es trabajo, trabajo y más trabajo. Cuando se dedican a estudiar tanto música como danza, tienen que realizar un sobreesfuerzo ya que no hay suficientes convenios para desarrollar sus cometidos de aprendizaje. De lo que se trata es que el ciudadano de a píe reconozca los esfuerzo de músicos y bailarines.
Cuando le preguntamos por la concesión del prestigioso Premio Nacional de Educación otorgado al Conservatorio Profesional de Música Teresa Berganza que recibieron, nos comenta que se debió a la buena labor realizada por la anterior directora del centro Angustias Cartagena que le enseño ha realizar grandes proyectos, ya que Manuela solo gestionó el proyecto del premio.
Y tuvimos la suerte que Angustias que se encontraba en el Coloquio quisiera intervenir aportando sus experiencias. Habló sobre muchos temas, el primero fue la poca importancia que se le da al mundo de la música y la danza por parte de los que tienen poder de decisión, ya que cuando quería organizar alguna actividad concreta, muchas personas le preguntaban que estudiaban los alumnos, y cuando respondía música o danza le comentaban que no se trataba de algo serio. Además, pide que los que tienen que proyectar este sector lo hagan de una vez por todas y se potencie el talento español, y puso el ejemplo de que en la Orquesta de Berlín hay diez músicos españoles y, en el mundo de la danza sucede lo mismo.
Manuela continua comentando que igual que en la danza, en un Conservatorio Profesional de Música los alumnos empiezan con 8 años, pero dependiendo del instrumento que elijan realizan unos estudios de 4 años, más otros profesionales de 6, es decir, al final son 10 años de formación, combinando con la enseñanza general y el bachillerato, accediendo algunos de los alumnos a los estudios superiores de grado y después el máster.
También nos dice que Ricardo Muti, director de orquesta dijo en uno de los Conciertos de Año Nuevo: “la cultura puede salvar el mundo”, y este es un mensaje fundamental que tiene que calar en las personas que tienen capacidad de decisión.
La cultura, y dentro de ella la humanidades, se están quedando en un segundo plano afirma Manuela, acabando la música y la danza como una diversión y no como una expresión importante de necesidad del ser humano, siendo estas unas profesiones esenciales y fundamentales, y no solo de disfrute para el que asiste a las representaciones.
Por resumir, es un alimento del alma, y las instituciones tienen que apoyar sin fisuras a los estudiantes y a las instituciones educativas. Además, la mayoría de los centros de educación no cuentan con los espacios adecuados para poder desarrollar planamente su trabajo. Pero, si partimos que el Ballet Nacional de España (BNE) o la Compañía Nacional de Danza (CND) no tienen sede, aunque ocupen el Teatro de la Zarzuela para sus representaciones, pues vemos claramente las carencias. Ella también puso en ejemplo de Berlín que dijo que cuenta con diecisiete orquestas profesionales, y España tiene un gran complejo a la hora de valorar todo lo bueno que tenemos, que es mucho.
Manuela que en su momento tuvo una pequeña empresa de representación de artistas comenta que cuando se trata de gente joven parece como si los únicos que sirven son los consagrados y los demás no interesan para nada. El problema es que en muchos casos los que tienen que contratar no entienden nada del tema y eso es muy negativo para los que empiezan ya que los ignorantes e inseguros están a la orden del día.
La petición de Manuela Herrera, fue que lo que solicita básicamente es educación, tanto en familias como en centros educativos y en la sociedad en general. Se necesita generar nuevos públicos nuevas sinergias, y poner en valor todo el mundo de la cultura en España. Y concluyo diciendo que hay que potenciar las cosas bellas que nos encontramos en el mundo, entre las que se encuentran las artes escénicas y lo podremos conseguir con sensibilidad.
Continuamos hablando con la bailarina, coreógrafa y empresaria Cristina Cazorla, que inicia su intervención remontándose a cuando tenía 8 años y estaba estudiando en el conservatorio hasta los 18 años, combinando y compatibilizando la formación artística con la reglada de bachillerato, selectividad, etc. Además, nos ilustra que los estudios de danza son equiparables a una carrera universitaria.
Dice que son personas con gran formación y versátiles por todo lo que son capaces de hacer y gestionar. Por otra parte, cuentan con el grado superior de danza en coreográfica y en pedagogía que son otros cuatro años de formación, compatibilizando siempre estudios y trabajo.
Cristina nos avanza que actualmente hay muy pocas compañías de danza, y encima con los recursos limitados, solicitando que cualquier disciplina artística cuente con apoyos públicos y privados para que sus demandas cubran suficientemente sus expectativas y poder llevar a buen término sus perspectivas laborales.
Al tener contratos laborales de corta duración en las compañías, Cristina Cazorla se aventuró a crear la suya propia, ya que el Ballet Nacional de España y la Compañía Nacional de Danza no son capaces de absorber la cantidad de excelentes profesionales que hay ya que cuentan con plazas limitadas en sus ballets. Las compañías privadas viven situaciones precarias y eso se tiene que resolver ampliando los contratos y dejando de lado los de por obra y servicio. En definitiva, de lo que se trata es de crear unión entre los distintos profesionales. La danza da trabajo a músicos, escenógrafos, vestuario, productores, etc., por lo que entre unos y otros se debe potenciar este sector.
Cuando le preguntamos por las mayores dificultades a las que se enfrenta y se encuentra en el día a día, dice que es no poder contar con los profesionales suficientes por falta de recursos económicos para crear excelentes coreografías y poder desarrollar en condiciones óptimas su trabajo, contando en definitiva con un equipo profesional para que los distintos trabajos estén repartidos entre todos y mejorar en efectividad y calidad.
A la pregunta de si el mundo de la danza es efímero, nos dice que es efímero y mágico por que sucede en cada momento, pudiéndose reproducir en diferentes teatros, pero nunca será igual ya que hay que adaptarse a los diferentes escenarios y, además, cada persona tiene un comportamiento distinto en función del día.
Complementando las respuestas de Manuela, Cristina dice que, aunque son jóvenes, llevan unos estudios y una carrera de muchos años. Lo que solicita es que se no se distinga entre trayectorias recientes o con mucho tiempo, pero que todos tengan acceso a las subvenciones institucionales en función de los proyectos. Cristina continua diciendo que lo que tiene que ser es cristalino, claro y justificado, y estar muy bien auditado para que no haya dudas con el acceso a las subvenciones.
Finalizó su intervención, respondiendo a nuestra pregunta sobre que solicita para poder prosperar, y respondió que se necesita más comunidad entre artistas, gestores y administraciones para poner en valor la danza española, o sea, el flamenco, la escuela bolera, el folclore y la danza estilizada, que son las cuatro fundamentales de España.
Como sorpresa final del XIII Coloquio, también intervino María Rodríguez, soprano, que comentó que su familia le enseño todo tipo de música y danza, además, dijo que en el siglo XX había más de treinta figuras internacionales de la ópera española, la mayoría emigrantes que solo podían triunfar fuera de España. Ella misma se tuvo que marchar, siendo el director de orquesta Rafael Frühbeck de Burgos la persona que apoyó desde el principio su carrera profesional, El maestro también dijo que la especialidad de cuerda en la Orquesta Nacional de España era de lo mejor del mundo.
Para concluir, nos dijo que solo se puede hacer una gran carrera profesional cuando te apoyan los grandes profesionales, y que son muchos los llamados y pocos los elegidos. Cualquier disciplina en torno al mundo de la música y la danza es muy sacrificado y poco reconocido. La cultura española es conocida y reconocida en todo el mundo y, sin embargo, aquí no somos conscientes de todo el potencial que tienen nuestros profesionales y, reivindica que si no tienes un mínimo de cuatro o seis años de profesional no te dan ninguna subvención institucional, apostilló.
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Encuentro con los Maestros, Conservatorio Profesional de Música Teresa Berganza, Cristina Cazorla, bailarina, coreógrafa y empresaria, Ciclo Periodismo y Relaciones Internacionales, María Herrera, El Rincón de la Rodríguez, María Rodríguez, soprano