La Historia de la nación y el nacionalismo español trata de responder con rigor científico a las preguntas que tantos españoles se vienen formulando: ¿Existe España no sólo como Estado sino como nación? ¿Desde cuándo?
Todas estas preguntas tienen respuesta en el libro ´Historia de la nación y del nacionalismo´, que se ha presentado hoy en la Fundación Ortega Marañón, en Madrid, por Joan Tarrida, director general de la editorial Galaxia Gutenberg; José Varela Ortega, Presidente de la Fundación Ortega Marañón; y los catedráticos, Antonio Morales y Andrés de Blas.
El libro ha sido escrito por 48 autores y se compone de 65 artículos con 1518 páginas; siendo los directores de tan magnífico proyecto los catedráticos Morales, de Blas y Fusi.
Es un libro sin ideología, y no se trata de un libro político, sino histórico, con gran vocación académica, que está dividido en seis bloques:
I.- La génesis de la nación.
II.- La España del siglo XIX. Reformas de nacionalismo español.
III.- La España del siglo XX. 1898 – 1936.
IV.- La España del siglo XX. 1936 – 1978.
V.- España desde su periferia. Cataluña, País Vasco, Galicia y Valencia.
VI.- España desde el exterior.
No se trata sólo de saber quiénes somos, más allá de un sentimiento de españolidad que está ampliamente extendido, y que a veces aflora en momentos aparentemente banales, sino de fundamentar una ciudadanía que no existe con la solidez debida sin el conocimiento histórico, España, tal es la respuesta que este libro ofrece, es una nación vieja y continua, cuyas raíces se encuentran en la Edad Media, sin olvidar lo que supusieron como precedentes la creación por Roma de un ámbito cultural y por los visigodos de un espacio político peninsulares.
Esta obra, en la que han colaborado personalidades del máximo prestigio en el campo de las Humanidades y de las Ciencias Sociales expone, en expresión lapidaria y bien conocida, “el drama de la formación de España y de los españoles”, una construcción histórica, con cimas y depresiones, y que llega hasta nuestro tiempo, a la España actual, cuyas luces –la eficaz transición a la democracia– no pueden ocultar las sombras: una grave crisis de la conciencia de la identidad española y un Estado de las Autonomías no consolidado. España, una nación, en fin, con muy graves fallos, a lo largo de su historia, pero que ha sido capaz de crear una civilización, una de las grandes culturas universales que traspasa los siglos, con su rigorosa afirmación de la persona, con sus creaciones literarias y artísticas, que ha jugado un decisivo papel en la Historia Universal y sin la que, como dijo Sánchez Albornoz, Occidente no existiría o no sería comprensible.