Juntar dos bodegas de las mejores zonas vinícolas de España no es fácil, pero el Centro Riojano pudo hermanar una excelente cata con vinos con D.O. Ribera del Duero, y D.O. Ca Rioja, todo con degustación de pato de Villamartín
Por Juan Ignacio Vecino
Ante un nutrido número de invitados entre los que se encontraban la nueva embajadora de Hungría, KatalinTóth; la Primera Secretaria, Edit Székely; el Embajador de Suiza, Hanspeter, Mock; miembros de la Junta Directica del Centro Riojano; periodistas y críticos del vino y del mundo de la gastronomía, se celebró la cata bajo la presidencia del Presidente del Centro Riojano de Madrid, José Antonio Rupérez Caño.
Las bodegas intervinientes fueron por parte de Ribera del Duero, Bodegas Comenge; y por parte de Rioja, Bodegas Martínez Lacuesta, que ofrecieron unos excelentes vinos que hicieron las delicias de todos los invitados que asistieron a una de las mejores catas y degustación de pates que se pueden disfrutar hoy día.
Por Bodegas Comenge intervinieron Ávaro Comenge, Director Comercial; Nati Calvo Herrero, Sales Manager; y Pilar Hernández Coloma, Brand Ambassador.
Nos ofrecieron tres excelentes vinos comenzando con Familia Comenge 2017 que rinde homenaje a los grandes vinos de guarda de la Ribera del Duero. Si por algo se caracteriza la variedad Tempranillo de este pago, es por su excelente capacidad de envejecimiento. Tras permanecer 24 meses en barricas nuevas y de un año, ha crecido en intensidad, elegancia, finura en boca y agradable persistencia. Esta excelente añada muestra todo el encanto de este singular y hermoso viñedo.
En segundo lugar, se cató un óptimo Don Miguel que tras permanecer 24 meses en barricas nuevas y de un año, ha crecido en intensidad, elegancia, finura en boca y agradable persistencia. Esta excelente añada muestra todo el encanto de este singular y hermoso viñedo, en honor al fundador de la Bodega Comenge.
Finalizo la cata de Comenge con el extraordinario Jacobus del que los responsables de la Bodega Comenge comentan lo siguiente: es nuestro vino más exclusivo y original, la expresión más singular de nuestras viñas. En él se ve reflejado el intenso trabajo de reflexión e investigación que durante 19 años hemos desarrollado en torno la viña y a la elaboración, con objeto de dotar de verdadera identidad y definición a nuestros vinos. Como reza nuestro lema, «De la tierra, su huella».La vendimia se realiza exclusivamente a mano en cajas de 12 kilos, seleccionando cuidadosamente en bodega primero los racimos y posteriormente las bayas. Para la fermentación se emplea levadura propia, seleccionada, incidiendo en la filosofía de respeto máximo por el terruño.La crianza se ha realizado en roble francés durante 42 meses. Durante todo este tiempo, el vino ha permanecido sobre lías puras de la misma levadura empleada durante la fermentación. El carácter protector de las lías ha permitido realizar toda la crianza sin adición alguna de SO2 (sulfitos) durante los tres años y medio.Su especial técnica de elaboración ha logrado mantener intacto el carácter del terruño, dotándole además de una prodigiosa capacidad de envejecimiento en botella.
Iniciamos la cata de Rioja de la ciudad de Haro con vinos de las Bodegas Martínez Lacuesta y su magnífico vino La Sucursal 2019. Este vino celebra el 125º aniversario de la Bodega, rindiendo homenaje a la que, durante más de 50 años, fue la Sucursal en Madrid. La etiqueta de este vino de corte más moderno, es la imagen que representa la que fue durante mucho tiempo y desde 1904 la sucursal Martínez Lacuesta en la calle CARMEN 18 de Madrid, hoy ubicada en San Sebastián de los Reyes. Álvaro Martínez del Castillo y Pepe Hidalgo aúnan esfuerzos para homenajear y celebrar juntos los 125 años de historia familiar. Uva tempranillo seleccionada de dos viñedos. Vendimia manual; fermentación alcohólica en Tino de Roble francés; maloláctica en barricas nuevas del mejor roble francés, estabilización tartárica natural, corta crianza en barrica y reposo posterior en botella, muestran el excelente trabajo del equipo enológico formado por Álvaro Martínez y José Hidalgo. Color rojo picota intenso. En nariz aparece toda la potencia de las frutas negras de un tempranillo bien maduro, con sutiles matices de flores azules y notas especiadas. En boca, es muy fresco, equilibrado, potente y untuoso. Tiene largo recorrido dejando a su paso tonos de regaliz y taninos dulces muy vivos e integrados. El final es una explosión de aromas y sensaciones. Producción limitada a 5.700 botellas de 75 cl. y 435 botellas de 150 cl.
Seguimos con Martínez Lacuesta Reserva 2012, muy bien elaborado este caldo que nos ofrecía una gran personalidad en boca y un color muy atractivo que también hizo las delicias de los asistentes a la cata. La calidad de este vino presentado, es resultado de un proceso de trabajo que va de la viña a la bodega.
Para terminar, pudimos catar un maravilloso 125 años Gran Reserva Vendimia manual, en cajas de 16 kgs. Elaborado mediante fermentación con temperatura controlada en Tino de Roble Americano y posterior maceración para extracción máxima de color. Crianza y envejecimiento en barricas de 2 años de Roble americano durante 54 meses con 4 trasiegas manuales por gravedad. En botella, otros 48 meses. Selección especial de 15 barricas. Producción Limitada: • 3.600 botellas de 75 cl. • 300 botellas de 150 cl. Envasado en Botella Bordelesa Tradicional y Tapón Natural de Corcho de Calidad Extra.
Asimismo, y entre vino y vino, la empresa Selectos de Castilla con su presidente a la cabeza Manuel de Prado Gairaud ofreció una gran selección de productos elaborados 100 % naturales, con cría extensiva, granja al aire libre, con recetas originales, sin aditivos ni conservantes. Los productos seleccionados para la ocasión fueron para comenzar Foie Gras Mi-cuit, Paté de Lechazo Churro, Jamón de Pato y, por último, Paté de Cochinillo.
Desde aquí lo digo bien claro no sea que venga el indocumentado e ignorante ministro de Consumo, Alberto Garzón y ponga los vinos y los patos, patas arriba, y vuelva a meter la pata del pato, del pollo, del cerdo de la ternera la carne, la pesca, la recolección de las frutas y verduras, además, de la gallina clueca y la gallina turuleta. Por cierto, si dimite no pasa nada, nos ahorramos un sueldo muy grande de un mantenido de los españoles, y decenas de asesores que se podían ir todos a tomar por el pato para no seguir metiendo el papo en las papas del resto de los ciudadanos españoles.
Esperemos que al ministro Garzón le guste el vino, si no, la cosa está complicada hasta que el presidente le ponga en la calle de los vinos de cualquier ciudad de España y, sobre todo, de las Comunidades Autónomas de Castilla y León, y La Rioja. No hace falta contar con la Rioja Alavesa ya que se quieren emancipar de la celebrada Denominación de Origen Calificada, allá ellos.
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